MOTOCICLISMO

PIAGGIO BEVERLY 300 / 400

CON MOTIVO DE SU 20 ANIVERSARI­O, PIAGGIO RENUEVA SU BEVERLY POR FUERA Y POR DENTRO. LO PRESENTA EN DOS MOTORIZACI­ONES EURO 5, UNO 300 Y OTRO 400, Y LO ACTUALIZA, REDISEÑA Y EQUIPA PARA SEGUIR SIENDO EL RUEDA ALTA DE SIEMPRE PERO CON MAYOR ESPÍRITU GT QUE

- TEXTO: ROBERTO RUIZ. FOTOS: JAIME OLIVARES.

Ya han pasado 20 años desde que Piaggio puso en el mercado su primer Beverly. Un concepto que llegó para romper los moldes en la firma italiana, con la estabilida­d de un rueda alta y el confort de un GT. 20 años en los que han pasado ante él otros modelos más amplios y voluminoso­s, como el X8, el X9, el X-Evo o el X10, pero que terminaron por desaparece­r dejando al Beverly como el scooter más rutero de Piaggio. Con permiso de los MP3, claro.

Tras dos décadas en las que hemos visto al Beverly en mil versiones, pasando por el 125, el 200, el 500, el 250, el 300, el 400 y el 350, incluso en acabados deportivos y tourer, ahora en 2021 Piaggio lanza el Beverly más evoluciona­do, más refinado y más tecnológic­o de todos. Un mismo modelo que llega en dos cilindrada­s, 300 y 400, con motores Euro 5 en los que se ha trabajado a conciencia para que prestacion­es y sensacione­s sean acordes al dinamismo y la elegancia de la que el Beverly siempre ha podido presumir.

MUCHOS CAMBIOS

Piaggio no se ha limitado a cambiar el diseño del Beverly y a conseguir motores Euro 5, sino que ya que estaba ha introducid­o un buen número de cambios. Las líneas inspiran mayor deportivid­ad, toda la iluminació­n es led, el piloto trasero es doble y el contacto es por llave de proximidad multifunci­ón. Las llantas son ahora de siete radios dobles y el soporte de la matrícula es de anclaje lateral, por lo que el colín queda más limpio y estilizado. El bastidor y el equipo de frenos no varían, con ABS y ASR, pero sí se han montado nuevas suspension­es.

Aunque lo cierto es que los protagonis­tas son los motores empleados por Piaggio. El 300HPE (High Performanc­e Engine) recibe nueva culata y nuevo pistón, válvulas de mayor diámetro, nueva inyección y un nuevo sistema de distribuci­ón de eje único. También es nueva la admisión y la bujía de iridio. Unas cosas con otras dan lugar a un motor de mayores prestacion­es, más suave y más fiable. Y por su lado, el 400HPE es una evolución del 350, con una nueva termodinám­ica de mayor cilindrada, nuevo pistón, nueva biela más alargada, nuevo árbol de levas, nuevo filtro de aire, nueva bujía de iridio, nueva inyección y sistema PCV (Positive Crankcase Ventilatio­n) con doble lámina en el cárter para un mejor flujo de aceite al cárter. Todo esto permite haber reducido el ruido, las vibración y la dureza

para que la conducción sea más suave y cómoda, pero también más potente y excitante. En ambos casos el nuevo Beverly cuenta con control de tracción que puede ser desconecta­do desde la piña izquierda. Piñas, por cierto, que han visto todos sus mandos renovados.

DOS POR UNO

En esta toma de contacto hemos podido probar y comparar los dos modelos del nuevo Beverly, y a pesar de lo parecidos que son, parece mentira que sean tan diferentes cuando te pones en marcha con ellos. Además del motor las diferencia­s no son muchas, pero las hay. El 400 de serie equipa tanto pantalla como el sistema de conectivid­ad Piaggio MIA con el que puedes conectar el teléfono y gestionar numerosas funciones, y el 300 no. Y además el 300 monta neumáticos más estrechos, de 110 delante y 140 detrás, mientras que en el 400 son de 120 y 150 respectiva­mente. Lo que hace que los 10 kilos de peso que le saca el grande al pequeño se vean más acentuados, y el 300 se muestre más ágil. El 300, por cierto, calza neumáticos Michelin y el 400 neumáticos Mitas.

Y obviamente, luego está el tacto y la entrega de sus propulsore­s, que son dos mundos muy distintos. Mientras que el

300 sube antes de vueltas y se muestra más alegre, el 400 resulta más rudo y perezoso hasta que consigue estirar con soltura. Es decir, en las distancias cortas y en los trayectos urbanos el 300 es más suave, rápido y divertido, pero en las vías rápidas con distancia por delante el 400 es capaz de dejar atrás a su hermano pequeño con facilidad, y es que esos 10 CV de ventaja sacan a relucir una potencia un 27 % superior.

Ergonómica­mente son idénticos, amplios y confortabl­es tanto para el piloto como para el pasajero. El asiento se ha rediseñado y se nota que es más cómodo. De la capacidad de carga se encarga un buen hueco bajo el asiento, una guantera delantera con toma usb y un gancho portabulto­s por si queremos llevar algo sobre el puente central. En ambos casos hay disponible una versión S con detalles más deportivos y 200 € de sobrepreci­o.

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 ??  ?? Las suspension­es se han actualizad­o, con una nueva horquilla Showa de 35 mm de diámetro delante y un doble amortiguad­or Showa detrás. Se han reducido las fricciones y aumentado el confort respecto al modelo anterior.
El motor del 300 aumenta la potencia en un 23 % respecto al 300 anterior y el par en un 16 %, mientras que el 400 incrementa la potencia en un 17 % y el par en un 30 % en comparació­n con el Beverly 350
El exterior ha sido rediseñado por completo, toda la iluminació­n es led y el frontal es más ancho, por lo que gana en protección aerodinámi­ca. El 400 incluye la pantalla de serie mientras que en el 300 es un accesorio opcional.
El nuevo Beverly sigue apostando por combinar una rueda delantera de 16” con una trasera de 14”. Eso hace que no sea un rueda alta “puro”, pero le permite ofrecer una buena capacidad de carga bajo el asiento.
El cuadro de instrument­os es ahora una completa pantalla lcd de 5,5”, en el hueco bajo el asiento cabe un casco integral o dos abiertos y cada modelo tiene un escape específico, siendo simple en el 300 y de dos salidas en el 400
Las suspension­es se han actualizad­o, con una nueva horquilla Showa de 35 mm de diámetro delante y un doble amortiguad­or Showa detrás. Se han reducido las fricciones y aumentado el confort respecto al modelo anterior. El motor del 300 aumenta la potencia en un 23 % respecto al 300 anterior y el par en un 16 %, mientras que el 400 incrementa la potencia en un 17 % y el par en un 30 % en comparació­n con el Beverly 350 El exterior ha sido rediseñado por completo, toda la iluminació­n es led y el frontal es más ancho, por lo que gana en protección aerodinámi­ca. El 400 incluye la pantalla de serie mientras que en el 300 es un accesorio opcional. El nuevo Beverly sigue apostando por combinar una rueda delantera de 16” con una trasera de 14”. Eso hace que no sea un rueda alta “puro”, pero le permite ofrecer una buena capacidad de carga bajo el asiento. El cuadro de instrument­os es ahora una completa pantalla lcd de 5,5”, en el hueco bajo el asiento cabe un casco integral o dos abiertos y cada modelo tiene un escape específico, siendo simple en el 300 y de dos salidas en el 400

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