MOTOCICLISMO

AVENTURA ÉPICA

- TEXTO: RODOLFO MARTÍNEZ. FOTOS: FRANCESC MONTERO - ARNAU PUIG.

VIVIMOS DESDE DENTRO LA CUARTA EDICIÓN DEL AFRICA TWIN EPIC TOUR, EL VIAJE ANUAL QUE HONDA ORGANIZA EN EL DESIERTO DEL SAHARA Y EN EL QUE HA VUELTO A CONSEGUIR UNA EXPERIENCI­A DE LA MÁXIMA AVENTURA CON UN NIVEL DE SEGURIDAD Y CONFORT EXCEPCIONA­L.

La filosofía máxima de las motos trail es poder recorrer largas distancias por campo y carretera disfrutand­o en ambas vertientes, tanto por las altas capacidade­s off road de los modelos como por el confort en asfalto que también pueden proporcion­ar. Pues bien, el Africa Twin Morocco Epic Tour es el evento anual de Honda en el que toda esta filosofía queda reflejada en su máxima expresión. En 2022 seis largas jornadas de moto por todo tipo de pistas y caminos en el desierto del Sahara, con exigentes secciones de piedra y arena, combinadas con tramos de carretera, han firmado este evento que tiene más de épico que de tour y que, gracias a la excelente organizaci­ón de Honda, han podido disfrutar los 48 aventurero­s propietari­os de Africa Twin que se han lanzado a vivir esta experienci­a.

EL ENTORNO

1.500 km con un 80 % de conducción off road por los áridos paisajes del desierto en el sureste de Marruecos, son datos suficiente­s para hacernos una idea de lo que es el Africa Twin Epic Tour. En 2022 el formato ha cambiado con respecto a años anteriores, establecie­ndo el campamento base en Erfoud, en el Hotel Xaluca, partiendo 5 de los 6 días desde allí en recorridos en forma de bucles, cambiando el anterior formato de recorrido itinerante de ediciones anteriores. Este punto de partida ha permitido disfrutar al máximo de esta región situada en el mítico desierto marroquí, lindando con Argelia, donde los paisajes son totalmente abrumadore­s, con grandes extensione­s de terreno virgen, valles de planicies interminab­les combinados con enormes formacione­s rocosas que muchas veces parecen más de otro planeta.

Dentro del basto y seco paisaje, a excepción de Erfoud que tiene 24.000 habitantes, solo se encuentran pequeños pueblos y asentamien­tos aislados, sin nada en cientos de kilómetros a la redonda, haciendo un escenario idílico para todo aquel que quiera disfrutar de conducción off road con todo tipo de vehículos, ofreciendo miles de kilómetros de pistas y caminos de todo tipo, combinados con cientos de kilómetros de dunas y arena disponible­s. Prueba de ello son los pilotos profesiona­les que pudimos ver en el nuestro hotel y aledaños, como Nasser Al Atiyah y Carlos Sainz de coches, o los pilotos Kevin y Max Benavides de motos, lo que nos da una muestra de lo que es este lugar el mundo del off road.

LA ORGANIZACI­ÓN

Con este escenario perfecto como terreno de juegos, Honda ha conseguido crear un nivel máximo de aventura, confort y seguridad, que queda reflejado en las 38 personas que han trabajado casi 24 horas al día para los 48 clientes, con un camión, dos furgones, dos todo terreno para foto y vídeo y otros dos de apoyo. A estos vehículos hay que sumar cinco todo terreno más que hacían de cierre de cada uno de los cinco grupos de clientes, con un conductor, un

mecánico y un médico en su interior. Cada uno de estos cinco grupos llevaría también un guía abriendo la ruta, que marcaría el ritmo acorde al nivel del grupo.

A esta atención en ruta se une el despliegue que realizaba la organizaci­ón en cada etapa para la comida a mitad de día, creando un oasis con todos los lujos. Comida de calidad recién cocinada, con bebidas y refrescos ilimitados de todo tipo, incluso ventilador­es con humidifica­dor montados en medio del desierto, que hacían olvidar los 45º a las dos de la tarde. Al final de cada etapa los participan­tes también disponían de un equipo de mecánicos, al que podían acudir con todas las necesidade­s de reparacion­es o ajustes que necesitara­n en sus motos, pudiendo salir cada día con la moto perfecta gracias al trabajo que estos realizaban durante la noche.

LAS ETAPAS

En las tres primeras jornadas recorrimos gran cantidad de kilómetros por valles abiertos de grandes planicies difíciles de medir a simple vista, ya que no hay apenas referencia­s visuales, pero las extensione­s son enormes. Rodamos por todo tipo de terrenos, con gran parte de caminos de piedras y arena, esta en menor proporción ya que la organizaci­ón se cuidó bastante de este tipo de terreno ya que es el que más dificultó la conducción de todos los participan­tes. Rodamos también por muchas ramblas secas, llegando a verdes oasis de montaña que contrastab­an totalmente con

EL EPIC TOUR SE PUEDE VIVIR EN MODO RITMO DE VÉRTIGO O EN MODO PASEO APRECIENDO CADA PAISAJE

las planicies marrones, y es que, aunque el aspecto es casi totalmente yermo en el exterior, en la mayoría de los sitios, existe gran cantidad de agua subterráne­a que los habitantes de los pequeños poblados aprovechan para cultivar y vivir.

El tercer día tuvimos etapa maratón de 330 km que nos llevó hasta la cordillera del Atlas cambiando totalmente el paisaje anterior, ahora montañoso con profundos barrancos excavados en la roca. En esta etapa pernoctamo­s en Dades, siendo el único día que salimos de nuestro hotel habitual. La etapa de vuelta fueron 364 km, la más larga del evento, lo que hizo que los grupos de menos nivel llegaran totalmente de noche.

De vuelta a Erfoud, en la soledad de la amplia inmensidad abierta de las planicies marrones, aparecían asentamien­tos nómadas con pequeños rebaños. Aquí apenas hay caminos ya que no se necesitan, todo es plano y circulable, lo que aprovecháb­amos para rodar en paralelo sin polvo delante. Las velocidade­s cómodas aquí rondaban los 100 km/h, si bien no podías perder de vista el

suelo, ya que las trampas podían aparecer en cualquier momento. Ya en el 5º y 6º día la arena estuvo más presente, y ahora, con muchos kilómetros a sus espaldas, los participan­tes disfrutaro­n más de este terreno. El último día, en el que se realiza la foto de grupo en las dunas de Erg Chebbi, muchos disfrutaro­n en el tiempo libre adentrándo­se varios kilómetros en las montañas de arena.

EL NIVEL

Cada grupo vive un Epic Tour totalmente diferente. El grupo uno, el más rápido, mantiene un ritmo sorprenden­temente rápido durante todas las etapas, es ritmo casi de carreras, en el que en cada recta los clientes exprimen los motores de sus Africa Twin, teniendo sensacione­s de pilotaje de alto nivel. En los grupos 2 y 3 el nivel técnico apenas disminuye, pero la filosofía es totalmente diferente, disfrutand­o mucho más de los paisajes y del entorno, parando muchas veces a comentar lo vivido unos kilómetros atrás. En todos los grupos existe un ambiente muy bueno de compañeris­mo que va tornando a amistad a lo largo de los días, pero a los del grupo uno no les da apenas tiempo a charlar en ruta. En cambio, llegan al hotel unas 4 o 5 horas antes que los grupos 4 y 5, por lo que tienen más tiempo incluso de estrechar lazos y comentar vivencias.

Estos dos últimos grupos son lo que más aventura experiment­an, ya que el primer grupo vive sensacione­s puras de pilotaje en un paisaje idílico sin restriccio­nes, el segundo y tercer grupo viven una experienci­a muy enriqueced­ora de aventura con ciertas dosis de conducción. Pero para los grupos 4 y 5 es todo un reto terminar cada jornada, siendo varios los días en los que prácticame­nte todo el grupo decide acortar hasta el hotel a la hora de la comida. En estos grupos el nivel de conducción en campo es bajo, por lo que los coches de asistencia se vuelven primordial­es, teniendo que emplearse a fondo los 3 ocupantes de cada vehículo, levantando las motos de los participan­tes, muchas veces exhaustos, cada pocos minutos en las zonas de arena. Aquí, además del nivel de pilotaje en campo se une el cansancio físico, que va haciendo mella a lo largo de los días. Para los miembros de estos dos grupos las sensacione­s de pilotaje son bajas y terminar cada día es todo un reto. Desde aquí recomendar­íamos que para poder aprovechar bien este impresiona­nte viaje y hacer todos los kilómetros que prepara cada día la organizaci­ón, todos los asistentes deberían disponer de las destrezas básicas de conducción en campo, siendo capaces de ir cómodos y coordinado­s de pie, algo que la mayoría de estos dos grupos no tenían.

Vivir la experienci­a de recorrer el desierto de Marruecos es algo que todo aquel al que le guste la moto de campo debería vivir al menos una vez en la vida. Y hacerlo de la mano de Honda, que proveerá de la máxima aventura con la máxima seguridad y confort posibles, es todo un privilegio. Además, el precio es muy reducido para todo lo que ofrece el pack completo del viaje, ya que por poco más de 2.000 euros tenemos todo incluido, incluso una gran maleta de transporte y un camelback, que ya casi suman la mitad del presupuest­o del viaje.

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