¡HASTA LAS CEJAS!
EL NIVEL DE PRESTACIONES CON LA SUSPENSIÓN WP PRO SUBE EXPONENCIALMENTE, PERO ESO CUESTA 5MIL €
EL CONCESIONARIO DE KTM Y WP SUSPENSION EN MADRID, NAMURA, TIENE UNA 890 ADVENTURE R PARA QUE SUS CLIENTES PUEDAN PROBAR ALGUNAS DE SUS PROPUESTAS. UNA TRAIL EQUIPADA ¡HASTA LAS CEJAS! CON MÁS DE SIETE MIL EUROS EN EXTRAS EN LA QUE DESTACA LA AMORTIGUACIÓN WP XACT PRO.
En el mercado de las motos trail la KTM 890 Adventure R es una de las más valoradas entre los que hacéis off road. Cada vez sois más los que pensáis en mejorar su comportamiento porque aumentáis el ritmo de rodar y queréis tener mayor seguridad y confianza en lo que hace la moto. Un apartado donde está claro el margen de mejora es en la suspensión de serie.
COMPLETA
La posibilidad que ofrece WP para esta moto es la de equipar la horquilla XACT Pro así como el amortiguador XACT Pro. Una inversión importante en euros que tenéis que valorar si os compensa para lo que aspiráis a hacer con la moto. La relación precio/prestaciones/pretensiones va a definir vuestras intenciones de compra: la horquilla vale 3.123,20 € y el amortiguador, 1.635,48 €.
Lo mismo que si pensáis montar el silenciador Akrapovic (990 €) en búsqueda de mejor rendimiento dinámico al igual que de rebaja de algo de peso y cierta mejora estética . El resto de elementos que equipa esta moto son a capricho para cubrir ciertas necesidades como puede ser el soporte del GPS detrás de la cúpula o la peana más ancha de la pata de cabra para que no se hunda en la arena o en suelo de poca superficie de apoyo. Cierto es que el catálogo de componentes es muy amplio, como ya sabéis, y que hay de todo.
A los mandos destaca la notable altura del asiento en esta unidad (915 mm) y sentados, con la moto vertical, podéis estirar las piernas que no tocáis el suelo. El manillar de la 890 es estrecho, endurero, pero para recorridos de larga distancia no estaría mal uno más ancho, que nos diese mayor confort con los brazos más abiertos. La 890 es una moto que en campo pide y permite conducción muy deportiva, con esa genética KTM de “Ready to Race”. Tiene un carácter muy vivo la 890 R y el aumento de cilindrada del motor sobre la 790 se deja notar más en términos de par extra que de potencia máxima -aunque también se siente más patada-. Más elástico y con más facilidad para rodar a medio régimen. No es un motor “elegante” en su responder, es más bien “áspero” pero con una manera de empujar ejemplar. Un motor que actúa muy
bien en todos los modos de conducción y al que el modo Rally -opcional- le sienta genial. Además permite escoger con él también la forma de la respuesta del acelerador electrónico, más o menos directo al giro del puño, y regular el control de tracción en diferentes niveles, incluso en marcha.
CAMPO
Este pensar va en función de la mentalidad más endurera (espartana) del piloto o más de asfalto (refinado). Sobre todo con el control de tracción es con lo que más disparidad de criterio tenemos, su uso o no en campo. Si antes, en campo, no me gustaba el TC porque cortaba de más y, a veces muy pronto el gas, incluso en los niveles de menos intervención, ahora encuentro que hay niveles en los que apenas se nota su intrusismo pero que realmente está actuando, y ayudando a tener más efectividad.
Aunque, al final lo que mejor se adapta al piloto off road con cierto nivel de pilotaje es apagarlo.
La amortiguación WP Pro tiene un tacto mucho más sólido que la de serie, que permite aumentar el ritmo de rodar como un 20 % más rápido, incluso más si tu nivel de conducción te lo permite. Deja ir muy deprisa, con más seguridad, y aporta extra de solidez a la moto, sobre todo en delante. Probamos los reglajes recomendados por el fabricante (confort estándar y sport) y optamos por el sport (12 clicks comp. /20 reb.). En el amortiguador: 14 comp. lowspeed/40 highspeed/15 reb. La suspensión va muy bien en carretera, impresionante, admitiendo un ritmo muy alto. En campo es algo dura y van bien yendo rápido, y sobre pista de buena superficie. Para suelo roto/ pedregoso habría que revisar el setting para ganar tacto. Y eso que en Namura ya habían bajado la dureza del muelle de la horquilla.