La tecnología
MICHELIN 2CT
Todo el mundo tiene en su subconsciente que una goma blanda tiene más agarre, pero dura menos, y una dura todo lo contrario. Sin embargo, los deseos de cualquier usuario de moto es que su neumático tenga las mayores dosis de adherencia y que dure lo máximo. Durante mucho tiempo el compromiso sólo se podía obtener jugando con la estructura interna de las carcasas y cinturas y sus materiales, y con los de la banda de rodadura. Sin embargo, Michelin emplea desde hace décadas una tecnología que permite complementar ambas necesidades. En principio cuando se rueda en línea recta no es necesario tanto agarre como cuando la moto está inclinada acelerando para salir de una curva, y por tanto emplear un compuesto de goma muy blando en esa zona, lo que hace es acortar la vida, máxime cuando la mayor parte del tiempo, una moto va en línea recta. Si usamos una goma dura para que aguante en los lados, nos encontraremos con problemas en las curvas. La solución llego de la mano de emplear goma dura en el centro y blanda en los laterales. Una contraprestación de esta estructura de goma mixta es que al tiempo que la goma blanda más agarre, también es menos rígida, de manera que los flancos del neumático se deforman más. Una solución puede ser aumentar la resistencia de las cinturas en esa parte, pero aumenta el peso del neumático y tiene otras consecuencias sobre la deformación. Michelin emplea una solución propia que consiste en que hay un compuesto que cubre toda la banda de rodadura, pero que tiene menos espesor en los laterales. Sobre ella se sitúa la goma blanda, de manera que la estructura del neumático se mantiene uniforme, pero se cuenta con más agarre lateral.
100% SÍLICE
La llegada del óxido de silicio, comúnmente llamado sílice es la substancia que forma el cuarzo, algo que vemos constantemente porque forma parte de la arena. En los años 90 los compuestos que formaban la banda de rodadura de los neumáticos estaba compuesta habitualmente por caucho sintético vulcanizado, pero entonces se descubrió que mezclándolo con sílice, sus propiedades mejoraban, ya que era posible emplear compuestos más blandos sin perder propiedades de resistencia frente al desgaste. Las mezclas de sílice por tanto acababan por permitir neumáticos que funcionasen a menores temperaturas, lo que era una condición imprescindible para el agarre en mojado, ya que el agua enfría la goma y este nunca alcanza una alta temperatura. Además, la sílice lograba que la resistencia a la rodadura disminuyese, mejorando el desgaste. Su empleo en los neumáticos de moto se ha extendido, y el Michelin Power6 emplea compuestos de goma que en su totalidad disponen de mezclas con sílice para lograr unas altas prestaciones en mojado sin comprometer la duración.