EL SCOOTER DE HARLEY
Afinales de la década de los cincuenta en Estados Unidos las ventas de las motos tipo scooter iban en aumento. Cushman las llevaba fabricando en Nebraska desde hacía años y se importaba una buena cantidad de Vespa, Lambretta e incluso Zündapp¼ lo que tentó a Harley-Davidson a entrar en ese aparentemente prometedor mercado. Pero aunque Harley también fabricaba motos de pequeña cilindrada, nunca habían diseñado un scooter. Para ello se inspiraron en las líneas del anguloso Cushman Pacemaker de 1957, que les parecía más avanzado, más americano, que las redondeadas motos europeas. Y en cuanto a la mecánica, tampoco siguieron el patrón de ningún probado scooter europeo, diseñando algo bastante original, pero sin conseguir mejorar lo ya existente.
Así el Topper, el primer y único scooter de Harley Davidson, hizo su aparición en 1959, ofreciéndose al precio de $450 (1) en colores Granada Green, Strato Blue, y HiFi Red. Destinada principalmente al público juvenil, realizaron anuncios en que aparecían actores de series televisivas de éxito como «77 Sunset Strip» y «Maverik» (2), donde los protagonistas eran desenfadados y seductores personajes que afirmaban moverse cómodamente con sus Topper por los platós de los estudios Warner. También la presentaron como moto para ir a la playa ataviado con vistosos pantalones «surfers» que encandilaban a las chicas (3).
Una Topper participó en un periplo por el caluroso Death Valley de California, sin haberse recalentado ni necesitar reparaciones en todo el recorrido, según informó la revista «Cycle». Pero la realidad es que la Topper sí tenía tendencia al calentamiento. Algo de esperar pues su motor (4) iba encerrado en un túnel central y sin refrigeración forzada. Tampoco la suspensión era la ideal. La delantera, una horquilla tipo Earles, llevaba dos muelles pero sólo un amortiguador hidráulico, lo cual le confería una apariencia extraña. La posterior, una horquilla basculante con dos muelles horizontales bajo el motor, ni siquiera llevaba amortiguadores. Esa ausencia, y el hecho de que los muelles trabajaban a extensión y no a compresión, contribuía a una deficiente estabilidad. Aunque con una velocidad máxima de 75 Km/h, es lógico que en Harley-Davidson no le dieran mucha importancia a este apartado.
En cambio, el sistema de transmisión Scootaway Drive sí era bastante avanzado. Con embrague automático centrífugo, variador continuo (que hacía las funciones de un cambio automático) y cadena a la rueda trasera. Un sistema efectivo pero complejo que en las primeras unidades iba descubierto, provocando que el agua y el polvo hicieran patinar la correa del variador (5).
El Topper, como en todo scooter que se preciara, llevaba escasa instrumentación: el velocímetro delante del manillar y Ð en una posición baja pero accesibleÐ la llave de contacto, la palanca del control de la transmisión, el asidero del arranque por lanzadera (como en los cortacésped y los fueraborda) y poco más... También era original su carrocería, pues la parte delantera era de chapa, mientras el resto estaba fabricado en fibra de vidrio.
Harley dejó de fabricarlo en 1965 debido a la baja demanda. Se calcula que sólo se vendieron unas 3.000 unidades en total (cuando Cushman ya vendía 15.000 al año en 1959). La razón quizá fuera que se había metido en un campo desconocido, actuando con demasiada autoconfianza y acabaron creando un scooter poco competitivo. Por otra parte, mientras que en la Europa de los años cincuenta los scooter se veían como una alternativa económica a los coches, en los prósperos EEUU era un vehículo casi exclusivamente para jóvenes, incluso para repartidores de tiendas, pero nunca una alternativa a sus enormes motocicletas y menos aún al automóvil. El mercado no era tan grande como habían pensado. Finalmente, tal vez la maldición viniera de dentro. Ver sus imponentes «Big Twins» asociadas a un pequeño scooter bicolor no parecía lo más sensato desde el punto de vista de la mercadotecnia. mc
EL TOPPER IBA DIRIGIDO A LOS JÓVENES AMERICANOS DESENFADADOS Y SEDUCTORES
Agradecimiento a Andrés Ruiz por su asesoramiento y colaboración. (1) 3200 € de ahora aproximadamente. Ese año también apareció el Mini que se ofrecía por 500 libras (unos 10.000 € actuales). (2) Una serie trataba sobre un gabinete de apuestos detectives y, la otra, sobre dos pícaros tahúres en el Oeste, igualmente apuestos. Ambas se emitieron en España en los años sesenta. (3) Los surfers eran vistosos pantalones estampados cortados por debajo de la rodilla. (4) Monocilíndrico horizontal de dos tiempos de 165 cc y 9 CV, derivado de un DKW alemán. (5) Posteriormente se subsanó el problema encerrando todo el conjunto.