Chevrolet Capitol

CHEVROLET CAPITOL

Esta camioneta Chevrolet Capitol correspondiente al año-modelo 1927 está tal y cómo debió salir del concesionario, si exceptuamos, claro está, los daños causados por el paso del tiempo. Que en España haya sobrevivido así de bien un camión de los años 20 suele ser fruto de la más pura y simple casualidad, pues lo normal en nuestro país era que, o bien por modernizar, o simplemente por sustituir piezas deterioradas con muchísimos kilómetros a sus espaldas, este tipo de vehículos terminasen con un aspecto totalmente transformado. Este ejemplar, sin embargo, conserva hasta las delgadas llantas de madera originales, lo primero que se solía cambiar cuando ya en los años 30 se volvió difícil adquirir neumáticos de sus medidas.

El descubrimiento de esta verdadera cápsula del tiempo se lo debemos al aficionado catalán José M. Reyes, quien la encontró casi de causalidad cuando buscaba un camión antiguo para su empresa-museo Expomotor. Llevaba desde¼ ¡1940! en una antigua nave del Puerto de Valencia, que iba a ser demolida. Como el camión estorbaba no fue difícil llegar a un acuerdo con el vendedor, el nieto del propietario original. Y gracias a que el Chevrolet se conservaba desde nuevo en la misma familia, se pudo saber que se guardó debido a una avería mecánica, y que hasta entonces se había utilizado para el transporte de mercancías en el puerto, pues su primer dueño era agente aduanero.

Sacarlo del hangar fue toda una odisea, e incluso varios vecinos se acercaron emocionados a observar aquel cacharro abandonado con el que habían jugado en su niñez. Debido a esto no conserva casi ningún cristal, y también le faltan los aros metálicos de las llantas, pero por lo demás está completo e increíblemente original. Los guardabarros no fueron modernizados, e incluso la vetusta cabina de chapa y madera Ð muy probablemente fabricada en EspañaÐ , así como la caja de carga, son las originales de los años 20. Ahora su flamante propietario le está dando un somero repaso, pues no necesita una restauración a fondo, ni mucho menos. Sólo el pequeño motor de cuatro cilindros y válvulas en cabeza requerirá un trabajo más concienzudo, entre otras cosas para descubrir cuál fue esa avería que le ha dejado décadas en dique seco.