GUÍA DE COMPRA
Comprar un coche «usado» es una operación delicada y no falta de cierto riesgo si no se siguen unas pautas mínimas. En ese «usado» entrecomillado englobo a vehículos históricos en sentido estricto Ð más de 30 años a partir de 2018Ð , a los denominados futuros clásicos y, en general, a coches de capricho, coleccionables, apetecibles o como cada cual guste de calificarlo. En realidad, tales criterios pueden ser extrapolados a cualquier automóvil de segunda mano.
Para aportar nuestro granito de arena, este mes lanzamos un número adicional especial titulado sin más circunloquio: GUÍA DE COMPRA. En él agrupamos 25 modelos siguiendo los parámetros de nuestra sección homónima mensual. Catalogados en tres grupos Ð históricos, populares españoles y futuros clásicosÐ , aparecen desde un Jaguar E-type, a un Citroën 2 CV y un Peugeot 205 GTi; o un Citroën DS, un Land Rover Santana y un Lancia Delta Integrale. Cada uno incluye una contextualización histórica, su ficha técnica y cotización, su árbol genealógico, sus coetáneos, sus especialistas y clubes afines y analizamos los pros y contras de sus respectivos motores, transmisiones, bastidores y carrocerías.
Pero independientemente de los datos y los aspectos técnicos, una compra conlleva otros riesgos/dudas más conceptuales, si los queremos llamar así. ¿Es el coche que quería? ¿Tiene las prestaciones que esperaba? ¿Se conduce como pensaba? ¿He conseguido un justiprecio? ¿Está tan bien como me lo ha vendido el vendedor (valga la redundancia) o me han dado gato por liebre?
Contra estas preguntas hay reglas muy sencillas: información (historia, valoraciones¼), documentación (a los antecedentes, las revisiones y a los papeles del coche me refiero), examen exhaustivo (de arriba a abajo, por fuera y por dentro) y, en todo los posible, prueba dinámica. Y uno más, añadiría: tener claro previamente qué, por qué y para qué buscamos un determinado modelo. Más vale prevenir que llorar. Así es que no dejemos que un capricho se convierta en un problema. mc
EVITEMOS QUE UNA MALA COMPRA ARRUINE LA ILUSIÓN DE TENER UN CLÁSICO