INSPECCIÓN TÉCNICA DE VEHÍCULOS
Al hilo de las últimas noticias que nos llegan desde Europa, los aficionados a los vehículos de colección deberíamos albergar esperanzas de un futuro mejor, en aquello que concierne a nuestros queridos coches y motos. Tras las oportunas gestiones de la FIVA, Suecia ha suprimido la ITV para los vehículos con más de 50 años y el Reino Unido la suprimirá para los de más de 40 años.
Esto ha sido posible merced a la directiva de la Unión Europea 2014/45/UE, que dice literalmente: «Los vehículos de interés histórico preservan el patrimonio de la época en que se construyeron y se presume que se utilizan rara vez en la vía pública». La sensibilidad respecto al Patrimonio de Automoción, reflejada en esta directiva, muestra el camino a seguir, y son varios los países que se espera reproduzcan en breve la iniciativa de Suecia y Reino Unido.
El motivo para librar a los vehículos históricos de la ITV parece claro: el escaso kilometraje que suelen hacer al año, limitado a escasos paseos, o algún rallye. Por otra parte, parece que un vehículo con esa antigüedad, su propietario lo ha mantenido perfectamente, o restaurado con cariño. Podemos considerar además que los vehículos modernos que no superan la inspección deben sus fallos a dos motivos: bien a falta de conocimientos y sensibilidad mecánica, bien a la cicatería en el mantenimiento. Ambas motivaciones son muy raras en los aficionados a los vehículos de colección, que por necesidad han acabado por desarrollar un «sexto sentido» en la mecánica, y vuelcan en sus vehículos una parte significativa de su presupuesto.
Para la mayor parte de los aficionados la inspección es un engorro; aún con el vehículo en perfecto estado, es necesario encontrar el tiempo para ir, y en los casos de colecciones numerosas exige una atención a las fechas de caducidad. A menudo los aficionados recuerdan que no han cumplido el trámite ante la inminencia de un evento, y es necesario acudir apresuradamente a la ITV, incluso recurriendo a una grúa (incremento de coste) bajo pena de incurrir en una sanción.
A esto hay que sumar la disparidad de criterios de las distintas estaciones de ITV, no sólo en función de la Comunidad Autónoma en la que se ubiquen, sino también en función de los criterios cambiantes que rigen en cada momento. Podríamos citar decenas de casos absurdos como la de un aficionado al que se solicitó la ficha técnica de un fabricante para un vehículo de 1930, cuando ese fabricante había desaparecido en 1940. O a otro con un coche americano de los años veinte, al que se exigió ver el número de bastidor troquelado en el mismo, cuando es sabido que en USA no se troquelaron los chasis hasta los años sesenta.
A esto hay que sumar, en ocasiones, la falta de preparación de operarios e ingenieros; seguro que más de un propietario de Hispano Suiza del tipo H6 ha debido emplear tiempo y aportar documentación para explicar que los frenos de su coche sólo funcionan con efectividad con una velocidad engranada, y por tanto no puede pasar la prueba de frenado en punto muerto. O propietarios de determinada serie de Jaguar, que deben exponer que los cinturones de seguridad de su coche tienen frenos de inercia, y por tanto en parado se puede tirar de ellos hasta desenrollarlos del todo, sin que nada lo impida. La sensación ante estos casos es por demás desagradable, y algún aficionado nos ha confesado que se sentía como un cliente explicándole a su abogado la Ley de Arrendamientos Urbanos mientras este le redactaba un contrato. A fin de cuentas, la ITV es un servicio que los usuarios pagamos, y por ello hemos de esperar profesionalidad y respeto por el cliente.
Abogamos, al igual que hace FIVA en toda Europa, por la supresión de la ITV para vehículos de colección. Pero asumimos con ello una gran responsabilidad, motivo por el cual los aficionados deben ser conscientes de la importancia de mantener sus vehículos en perfecto estado, y evitar así cualquier reproche de las Administraciones, y por supuesto, cualquier accidente que pueda atribuirse a una negligencia en el mantenimiento. mc
LOS AFICIONADOS YA VUELCAN EN SUS VEHÍCULOS UN PRESUPUESTO SIGNIFICATIVO