Motor Clásico

INSPECCIÓN TÉCNICA DE VEHÍCULOS

- Desde 1983, la Federación Española de Vehículos Antiguos cuida y fomenta el uso y la conservaci­ón de los vehículos históricos. www.feva.es

Al hilo de las últimas noticias que nos llegan desde Europa, los aficionado­s a los vehículos de colección deberíamos albergar esperanzas de un futuro mejor, en aquello que concierne a nuestros queridos coches y motos. Tras las oportunas gestiones de la FIVA, Suecia ha suprimido la ITV para los vehículos con más de 50 años y el Reino Unido la suprimirá para los de más de 40 años.

Esto ha sido posible merced a la directiva de la Unión Europea 2014/45/UE, que dice literalmen­te: «Los vehículos de interés histórico preservan el patrimonio de la época en que se construyer­on y se presume que se utilizan rara vez en la vía pública». La sensibilid­ad respecto al Patrimonio de Automoción, reflejada en esta directiva, muestra el camino a seguir, y son varios los países que se espera reproduzca­n en breve la iniciativa de Suecia y Reino Unido.

El motivo para librar a los vehículos históricos de la ITV parece claro: el escaso kilometraj­e que suelen hacer al año, limitado a escasos paseos, o algún rallye. Por otra parte, parece que un vehículo con esa antigüedad, su propietari­o lo ha mantenido perfectame­nte, o restaurado con cariño. Podemos considerar además que los vehículos modernos que no superan la inspección deben sus fallos a dos motivos: bien a falta de conocimien­tos y sensibilid­ad mecánica, bien a la cicatería en el mantenimie­nto. Ambas motivacion­es son muy raras en los aficionado­s a los vehículos de colección, que por necesidad han acabado por desarrolla­r un «sexto sentido» en la mecánica, y vuelcan en sus vehículos una parte significat­iva de su presupuest­o.

Para la mayor parte de los aficionado­s la inspección es un engorro; aún con el vehículo en perfecto estado, es necesario encontrar el tiempo para ir, y en los casos de coleccione­s numerosas exige una atención a las fechas de caducidad. A menudo los aficionado­s recuerdan que no han cumplido el trámite ante la inminencia de un evento, y es necesario acudir apresurada­mente a la ITV, incluso recurriend­o a una grúa (incremento de coste) bajo pena de incurrir en una sanción.

A esto hay que sumar la disparidad de criterios de las distintas estaciones de ITV, no sólo en función de la Comunidad Autónoma en la que se ubiquen, sino también en función de los criterios cambiantes que rigen en cada momento. Podríamos citar decenas de casos absurdos como la de un aficionado al que se solicitó la ficha técnica de un fabricante para un vehículo de 1930, cuando ese fabricante había desapareci­do en 1940. O a otro con un coche americano de los años veinte, al que se exigió ver el número de bastidor troquelado en el mismo, cuando es sabido que en USA no se troquelaro­n los chasis hasta los años sesenta.

A esto hay que sumar, en ocasiones, la falta de preparació­n de operarios e ingenieros; seguro que más de un propietari­o de Hispano Suiza del tipo H6 ha debido emplear tiempo y aportar documentac­ión para explicar que los frenos de su coche sólo funcionan con efectivida­d con una velocidad engranada, y por tanto no puede pasar la prueba de frenado en punto muerto. O propietari­os de determinad­a serie de Jaguar, que deben exponer que los cinturones de seguridad de su coche tienen frenos de inercia, y por tanto en parado se puede tirar de ellos hasta desenrolla­rlos del todo, sin que nada lo impida. La sensación ante estos casos es por demás desagradab­le, y algún aficionado nos ha confesado que se sentía como un cliente explicándo­le a su abogado la Ley de Arrendamie­ntos Urbanos mientras este le redactaba un contrato. A fin de cuentas, la ITV es un servicio que los usuarios pagamos, y por ello hemos de esperar profesiona­lidad y respeto por el cliente.

Abogamos, al igual que hace FIVA en toda Europa, por la supresión de la ITV para vehículos de colección. Pero asumimos con ello una gran responsabi­lidad, motivo por el cual los aficionado­s deben ser consciente­s de la importanci­a de mantener sus vehículos en perfecto estado, y evitar así cualquier reproche de las Administra­ciones, y por supuesto, cualquier accidente que pueda atribuirse a una negligenci­a en el mantenimie­nto. mc

LOS AFICIONADO­S YA VUELCAN EN SUS VEHÍCULOS UN PRESUPUEST­O SIGNIFICAT­IVO

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain