Carrera espacio-temporal
El «Monte» Histórico es como una fabulosa máquina que reproduce cada año, en el mismo espacio, un pasado que muchos añoramos. Tramos originales, coches míticos y espíritu de aventura crean esa fuerza gravitatoria que sigue atrayendo a grandes pilotos y a
En la XXI edición han participado Guy Frequelin, Salvador Cañellas, Kenjiro Shinozuka, Jurgen Barth, Bob Neyret y Bruno Saby, con la gran ausencia de Jean Ragnotti. Seat Vehículos Históricos estaba presente por segundo año consecutivo con tres coches, el 124 Especial 1800 Gr.4 (para Cañellas-Ferrater), un 1430 FU 1600 y un 127, y Renault Classic desde Francia hacía lo propio con cuatro R5 Alpine Gr.2, uno para el citado Fréquelin. Mención especial para Honda, que participó a través de su Technical College de Kanto, asociado a la Universidad de Tokyo, e hizo correr tres clásicos japoneses, un Honda Civic RS 1200 de 1974, un Toyota TE27 de 1972 y un Subaru 1300 G de 1970 pilotado por Shinozuka. Con una inscripción limitada a 310 coches y unas condiciones meteorológicas adversas idóneas, ésta ha sido una gran añada que para nosotros se ha enmarcado en un contexto más amplio y, por qué no decirlo, globalizado.
Estaban los equipos lanzados en su recorrido de concentración cuando llegó una ola de frío y nieve a España y Francia que provocaba situaciones caóticas, sobre todo alrededor de la capital francesa, con atascos kilométricos, coches abandonados¼ Paradójicamente, las autoridades, incapaces de dar solución a lo previsible, lanzaban mensajes aconsejando e incluso prohibiendo en determinados lugares el uso del coche particular, a la vez que el parlamento francés aprobaba la próxima reducción de velocidad en carretera a 80 km/h.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la empresa SpaceX, dirigida por Elon Musk, ese gran benefactor de la humanidad preocupado por salvar el planeta con sus coches eléctricos no contaminantes, no dudaba en mandar al espacio el cohete Falcon Heav y, el más potente desde el Saturno V. La ironía suprema radica en que la «carga útil» del cohete era ni más ni menos que el propio coche de Musk, un Tesla Roadster que irá a perderse por la órbita de marte para tener el dudoso honor de inaugurar¼ ¡el primer desguace espacial! Los medios internacionales se maravillaban de la fotografía de la chatarra espacial con nuestro planeta de fondo, sin considerar que ese vehículo eléctrico es el coche que más ha contaminado la atmósfera terrestre en la historia, solo para escapar de ella¼
Considerando esas iniciativas gubernamentales y el progreso científico, aún me sorprende que tres centenares de fanáticos del automóvil tuviesen la libertad
SEAT Y RENAULT SE HAN IMPLICADO «OFICIALMENTE»