Aambosladosdelabarrera
El Principado de Mónaco es mundialmente conocido por su vinculación al juego. No en vano, en su casino se han desarrollado no pocas tramas llevadas a la gran pantalla. El célebre rallye que cada año, desde 1911, se celebra en el sur de Francia, tenía salida en distintos puntos de Europa Ð incluso desde MarruecosÐ y llegada a Mónaco. Ahora, la versión «moderna» se ha concentrado mucho, estableciendo la salida en el centro de Francia. El Histórico, sin embargo, sigue conservando esos puntos de partida: Glasgow, Oslo, Bad-Hombourg, Reims, Barcelona y Montecarlo.
Uno y otro rallye tienen puntos en común y varias diferencias. La más notable es una es de velocidad pura y la otra de regularidad. Pero si en la prueba mundialista es difícil hoy en día pasar de los 60 participantes, en la versión histórica cada año el Automóvil Club de Mónaco tiene que cortar las inscripciones en torno a los 300 inscritos. El ACM publica anualmente la lista actualizada de coches elegidos, ya sea por su palmarés o por su excepcionalidad.
Los quince tramos cronometrados de regularidad se realizan por carreteras abiertas al tráfico, aunque los gendarmes procuran que no haya coches de frente. Eso no quita encontrarse a un lugareño circulando, pues más de trescientos coches tardan varias horas en pasar y hay gente que necesita ir a atender sus labores cotidianas y agrícolas. Evidentemente, los tramos del Mundial están totalmente cerrados al tráfico y el público tiene que esperar horas antes de ver pasar los coches de carreras.
Aunque suelen escogerse tramos estrechos y complicados, el Histórico es una cuestión más de paciencia, habilidad y compenetración con el copiloto. En ambas pruebas resulta muy útil el conocimiento del terreno, de ahí la ventaja que tienen los pilotos franceses.
La dificultad surge cuando hay nieve. Con condiciones meteorológicas delicadas, el estado de las carreteras cambia de un momento a otro. Dependiendo de la intensidad de la nevada, las notas previas pueden incluso resultar inservibles. La propia máquina quitanieves puede haber modificado levemente el trazado de un tramo o una curva.
Y hay otro factor adicional: el orden de salida. No es lo mismo salir de los primeros a las seis de la mañana, o dos o más horas después con el asfalto más despejado por las rodadas de los vehículos precedentes
En 1977, cuando participé en el «Monte», el primer tramo cronometrado de la Etapa de Clasificación, Les Chanets-La Vilette, de 11 Km, estaba nevado el día anterior. Al llegar los primeros participantes, hacia las nueve de la mañana, salió el sol, pero todos los tenores lo tuvieron que hacer con neumáticos de clavos. El «scratch» lo marcó el luxemburgués Alain Beauchef con un modesto Escort Gr.2 que llevaba el dorsal 163, por delante del Alpine A310 oficial de Guy Frequelin. En el equipo Seat, que montaban clavos piramidales, Cañellas fue 92ë y Zanini, que encima pinchó, 158ë, dándose el gusto Amadeo Rottier, con un Simca 1000 Gr.2, terminar entre los primeros. Rafa Cid, al volante de un Seat 1430-1800 Gr.2 privado, también hizo un crono sensacional. Amadeo y Rafa tuvieron la ventaja de salir retrasados, en las posiciones 167 y 91, respectivamente. En mi caso, con un Seat Gr.1 y el në63, arranqué cuantos clavos pude antes de la salida y terminé el 28ëde 230.
En la parte organizativa, sólo se puede reparar y repostar en los parque de asistencia. Así es que tenías que tener mucho cuidado con la gasolina. Si no llevabas un depósito muy grande o si consumía mucho tu vehículo, te quedabas tirado, porque las gasolineras en las montañas en Francia escasean y tienen la costumbre de cerrar a las seis de la tarde. Aquel año, tras repostar en mi lujosa asistencia Ð Genito Ortiz y José Antonio Zorrilla, ni más ni menosÐ , donde más tuve que correr fue para llegar a un control por la noche, que estaba a unos 130 km, haciendo una media de 60 km/h por carreteras nevadas. Fui más atento al marcador de la gasolina, que a la carretera. No paraba de preguntar a mi copiloto Manuel Jiménez: ¿Seguro que han llenado del todo el tanque? Con un depósito de 42 litros, yo veía que estaba quedando seco muy deprisa. Llegamos por los pelos. Sólo lo hicieron 28 coches. Pero con la gasofa a cero. ¿Fue el azar? Y eso que estábamos en el casino. mc
LA MÁQUINA QUITANIEVES MODIFICABA EL TRAZADO Y CONVERTÍA TUS NOTAS EN INSERVIBLES