Retro Galicia
Las actividades paralelas, ya sean concertadas por la propia organización o por los clubes colaboradores, son cada vez más parte fundamental de las ferias. Se volvió a constatar en el certamen gallego. Durante todo el fin de semana Ð el tercero de febreroÐ , el aparcamiento del recinto ferial de Vigo se convirtió en una concentración espontánea y heterogénea de Porsche, Ferrari, Lamborghini, Seat, Citroën, Honda, Jaguar, BMW, unos más modestos que otros, unos conservados y otros restaurados con los criterios más diversos, unos históricos ya y otros en vía de ello. Pero en cualquier caso, todos ejercían de aperitivo de lo que luego deparaba el interior de este VIII Salón Retro Galicia. También animó la mañana del sábado el parque cerrado del Rallye Primavera de regularidad y su casi centenar de participantes, convocados por la Escudería Vigo Clásicos.
De puertas a dentro, el monográfico de Lamborghini fue, como cabía esperar, de lo más visitado por el público local y muchos llegados del vecino Portugal. En él, dos iconos como el Miura y Countach enseñaban al público profano que el actual y supervitaminado Aventador S no es sino el fruto de una tradición deportiva con 55 años ya de historia. Otro tanto sucedía con los Seat 124 y Porsche 356, cuyos aniversarios convocaban a sus jóvenes milicias y las agrupaban en torno a sus modelos emblemáticos. Caso del Citroën 2CV, fabricado en la factoría viguesa desde 1958 y representado por alguna de aquellas primeras furgonetas AZU, versiones más llamativas como el Charleston o exclusivas como el Sáhara bimotor.
A su lado, configuraban una amalgama retroautomovilística los BMW Z1, Lancia Fulvia Zagato, Volkswagen T1, Citroën GS,
Ford Cortina Lotus, Seat 1500, Saab 96, Mercedes Pagoda, Porsche 911 de especialistas como Juan Lumbreras y clubes locales.
En el terreno de las dos ruedas, además de españolas Montesa, Bultaco, Ossa y Guzzi que nunca faltan a estas citas en manos de especialistas en su restauración, la nota exótica la ponía «La Clandestina». Customizada por el concesionario oficial vigués de la marca, esta exhuberante Harley-Davidson ha sido seleccionada entre otras muchas para al concurso mundial «Battle of the Kings» en el que compiten otros 250 proyectos similares.