TRABAJO DE ORFEBRERÍA
Adaptarle llantas de radios al MG resultó bastante más complicado de lo que parecía, y no sólo por la obvia discordancia entre su buje central con el anclaje de cuatro espárragos… «Tras una larga búsqueda decidimos que la llanta de 13” era la mejor opción, reduciendo el perfil del neumático para mantener el diámetro original de la rueda», nos explica el artífice de la operación, Ramon Pradas. Pero el problema era la mayor anchura (se descartó tocar la carrocería porque hubiera sido un atentado a la obra de Serra), y aunque hay adaptadores que lo permiten ya se veía que un buje postizo sobresaldría. «El brazo de suspensión acaba en un soporte al que se acopla el plato portamordazas, y ahí se podía recortar. Haciendo un utillaje de centrado y desplazando el eje 3 o 4 cm hacia adentro mantendríamos la geometría». Una modificación relativamente fácil compleja a la vez. «Entonces Benito Moral, de Cars by Symon, sugirió recurrir a los brazos de suspensión y portamordazas del Mini, más estrechos que en el MG. Eso sí, hubo que adaptar el buje y hacer un bulón según diámetro y longitud del Mini. Todas esas piezas se mecanizaron en el taller Spiral, de Miquel Pérez. Con esta modificación logramos conferirle al coche un aire más deportivo cumpliendo el deseo de su propietario, sin que las ruedas sobresaliesen de la carrocería».