RÉCORDS MUNDIALES
Esta vez hemos variado la temática de nuestra tabla, algo casi obligado si tenemos en cuenta que en Monterey se ha vuelto a pulverizar un récord absoluto en cuanto a precio de venta en subasta: el Ferrari 250 GTO de RM-Sotheby´s se ha convertido en el coche más caro jamás subastado gracias a sus 48.405.000 $. El récord anterior tuvo en común lugar, marca y casi modelo, pues se trató de otro 250 GTO, pero de primera serie. Lo subastó Bonhams en 2014, también en Monterey, y alcanzó un valor de 38.115.000 $. Y es que aunque el rumor generalizado es que los 250 GTO se venden por cifras aún más altas en ventas privadas (la última, según se dice, por unos 60.000.000 €), lo cierto es que estos son los récords en venta pública. Les sigue, a corta distancia, otro Ferrari, en este caso un 335 Sport que subastó Artcurial en París en 2016 y que alcanzó los 32.075.200 €, traducido a dólares 35,7 millones. Estas han sido las culminaciones de una línea ascendente que se inició con la crisis financiera de 2008, cuando muchos inversores pasaron a buscar bienes tangibles-refugio. El primer destello surgió cuando la entonces RM Auctions consiguió adjudicar en Maranello un 250 GT SWB California Spider de 1961 por 10.894,900 $, al cambio. En conclusión, de entre los 10 primeros puestos de los coches históricamente más caros en subasta, todos son Ferrari menos dos; El Mercedes Benz W196R Formula 1 de 1954 que subastó Bonhams en Goodwood 2013 por 29.650.095 $ (19.601.500 Libras), y el Duesenberg SSJ de 1935 recién subastado –también en Monterey- por Gooding, con sus 22.000.000 $, y único preguerra del «Top 10». Atrás quedaron los tiempos de la primera burbuja de los coches clásicos de finales de los años 80, cuando los dos principales récords los alcanzaron sendos Bugatti Royale de 1931 subastados por Chrsities y Kruse que alcanzaron, respectivamente 8,5 y 6,5 millones de dólares. Cifras entonces impensables, que hoy casi parecen módicas.