Motor Clásico

EL ORIGEN

ANTECEDENT­ES DEL 124

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En 1963 se concretó el pliego de condicione­s para un futuro modelo de Fiat que remplazara al 1300/1500. A partir de ahí, salieron adelante dos propuestas: el 124 y el 123 E4. Este último era un coche de configurac­ión moderna: motor delantero transversa­l y caja de cambios junto al motor (no debajo de él, como en el Mini). Así era también el proyecto 109 de 1961 que daría lugar a un modelo de poca difusión pero muy vanguardis­ta técnicamen­te, el Autobianch­i Primula (que, además, tenía portón trasero). Dante Giacosa creador del proyecto 109 junto con Oreste Lardone, con su visión de ingeniero apoyaba el progreso técnico que constituía el 123 E4. Sin embargo, la dirección de Fiat prefirió no correr el riesgo de fabricar algo tan innovador.

Pablo Gimeno, en su muy recomendab­le libro «Los Seat 124 & 1430», sugiere que pesó en esa decisión la relación de Fiat con la Unión Soviética y el hecho de que el nuevo modelo se iba a fabricar allí bajo licencia. Un coche de concepción clásica podía ser robusto cuando la junta homocinéti­ca de un tracción delantera seguía siendo un punto débil. Además, el coste de producción era menor con motor delantero y tracción trasera. Entre las muchas y muy variadas causas del desastre de la industria de automoción británica hay quien señala al Mini, precisamen­te porque resultaba muy costoso de producir (más que un Ford Anglia de su misma época, por ejemplo) y dejaba un margen muy pequeño por su bajo precio. En Europa podían caber dudas sobre qué era más idóneo, pero la Unión Soviética estaba claro que tenía que ser el coche más robusto y barato posible.

Otra idea propuesta sobre la reticencia de la dirección de Fiat a fabricar coches de gran serie con tracción delantera es un suceso que ocurrió durante el desarrollo del que sería el 500 «Topolino». Oreste Lardone presentó, a principios de los años 30, un prototipo de 500 «tutto avanti» y salió ardiendo por una fuga de gasolina. Giovanni Agnelli (el creador de Fiat) estaba pre- sente y prohibió los coches de tracción delantera “para siempre”. De hecho, el primer tracción delantera de Fiat no fue tal, sino un Autobianch­i, y hecho casi como un experiment­o.

Finalmente Fiat presentó el 124 en 1966 y Seat tardó poco en decidir fabricar ese coche. Paralelame­nte Fiat había comenzado el desarrollo del 128, su primer modelo de ese segmento con tracción delantera (el antecesor del Ritmo, para entenderno­s). Tenía la configurac­ión mecánica del Primula pero la carrocería era más parecida a la del 124, un tres volúmenes de cuatro puertas. Técnicamen­te era mucho más avanzado que el 124 y, con las ventajas de la tracción delantera y una batalla más larga, aprovechab­a muy bien el espacio longitudin­al, aunque era más corto. Los contrafáct­icos son inútiles pero imagino que un 128, más bajo y más estrecho que el 124, no habría tenido el mismo éxito en España. Objetivame­nte por su habitabili­dad y subjetivam­ente por su planta, muchos automovili­stas considerab­an que el 124 era «más coche» que competidor­es como un Morris 1100, un Simca 1200 e incluso que un Renault 12. «Y la chapa de la Seat es mejor», sentenciab­a alguno.

La producción del 124 comenzó en 1968 y entonces Seat era una empresa muy distinta a la de los años 50 y primeros 60. En 1967 había doblado la cifra de producción de 1963 y, en 1969, alcanzó el millón de vehículos fabricados. En 1967 renovó ventajosam­ente el acuerdo con Fiat

HUBO MOMENTOS EN LOS QUE FIAT HABRÍA PODIDO DESARROLLA­R UN COCHE DISTINTO Y SEAT FABRICAR OTRO MODELO

y ya fue posible que el fabricante español exportase parte de su producción, aunque la demanda interior seguía siendo grande y las dificultad­es comerciale­s para exportar no se resolvería­n hasta entrados los años 70. El mismo año del lanzamient­o del 124, Seat creó su división financiera (Fiseat), que no solamente facilitó la compra de un coche a plazos, también era un negocio paralelo al de la fabricació­n. Consolidó una red comercial y de talleres, la más extensa en España durante mucho tiempo. Las cualidades del 124 como producto son parte de este éxito, que se prolongarí­a hasta los primeros años 70.

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Otras posibilida­des. Arriba a la izquierda, el proyecto 123 E4, un tracción delantera. A la derecha, el Autobianch­i Primula, un adelantado a su tiempo. Abajo a la izquierda, el Fiat 128. A la derecha, primera serie del Sport Coupé.
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