FIESTA EN ALCAÑIZ
Del 2 al 4 de noviembre, tenía lugar AutoClassic en el circuito de Alcañiz, dentro del Motorland Classic Festival. Se trataba de la 25ã edición de la feria, una cifra idónea para echar la vista atrás y agradecer a las personas que contribuyeron -allá por 1994- a la celebración del primer certamen. Desde el viernes la carpa principal ya mostraba actividad comercial. En la entrada, los stands de dos expositores galos mostraban motos y bicicletas antiguas, algunos coches de juguete añejos a pedales, cantidad de piezas para clásicos y objetos de Automobilia. Mientras tanto, del circuito de velocidad llegaba el sonido de los monoplazas de Fórmula Vintage rodando a pleno gas.
En el interior de la feria, los 63 stands mostraban todo tipo de objetos y servicios vinculados a la afición. Por ejemplo, en el de El Arca de Noez abundaban los carburadores, faros y grupos ópticos de una extensa variedad de clásicos. Y en el puesto de Recambios Tamarit había momentos de aglomeración de gente buscando piezas de su Seat 600, lo mismo que alrededor del chiringuito del conquense Sergio Pardo y sus repuestos variados.
La novedad de este año radicaba en la segunda carpa. Previo pago de 5 €, daba acceso a la zona en que se mostraban a la venta 85 vehículos y seis exposiciones monográficas. Dentro de estas últimas, el vehículo más fotografiado fue sin duda el Peugeot 205 Turbo 16 de 1984, pertene- ciente a la Colección Magriñá. También llamaba la atención el Franklin 9B de 1919 del fallecido doctor Enrique Clavero, recién terminado de restaurar por el mecánico José María Erruz.
Otras dos monografías reverdecían los laureles de famosos pilotos de las dos ruedas, como era el caso de la Derbi carrerascliente que utilizó un joven Ricardo Tormo o de la Yamaha 250 YZR «Antena 3» que pilotó Fonsi Nieto en 1990, que formaban parte de un lustroso plantel de máquinas pertenecientes a las colecciones Fullana, Magriñá y Román. También era digno de admiración el Ford Capri RS 2600 de la colección Teo Martín, vencedor en 1973 con Jorge de Bagration al volante sobre el añorado Circuito Guadalope, o el impecable Renault Monasix de 1929 del entusiasta alcañizano Ángel Martínez.
En cuanto a las ventas, el sábado encontraron nuevo dueño el Rolls-Royce Corniche que destacaba en el stand de Importauto, un Seat 1500 Fúnebre de Cars 1247 y un Volkswagen Escarabajo de AF Vans. Hubo tres motos de colección que también cambiaron de manos, mientras que en el exterior del recinto abundaban las concentraciones de los clubes. Como broche final, la Classic Parade, que contó con la participación de doscientos vehículos y que ponía en evidencia la gran afición que en Alcañiz se siente por el mundo del motor.