UN 4-L DE ARMAS TOMAR
Como soy tornero-fresador y gran aficionado a la mecánica, cuando mi 4-L de 1968 necesitó reparación general aproveché para hacerle yo mismo las siguientes modificaciones: equipo motor Mahle para R-10 (de 1.108 cc), árbol de levas de Alpine A-110 con unos piñones que hice para cadena dúplex, carburador Solex 32 PDIS de R8 con pasos de serie (acoplado mediante un colector artesanal), cárter de electrón de 5 litros, termómetro de agua, manómetro y termómetro de aceite, amortiguadores Junior, servofreno, neumáticos de 145 x 13”, y pienso ponerle unas llantas de 4,5” levemente desplazadas. Con ello, recorridos ya 25.000 Km no gasta ni gota de aceite, tiene gran aceleración y poder ascensional, y lo he cronometrado a 150 Km/h en llano, pero andando fuerte consume 12 l/100 Km (que me parece un disparate), se queda corto de frenos, y tras desmontar las transmisiones he visto que los palieres están bien, pero las juntas homocinéticas Bendix-Weiss, aunque pueden resistir todavía, presentan cierta holgura que atribuyo no sólo a la mayor potencia, sino a las brutales reducciones que me obliga a realizar la insuficiente frenada. En consecuencia, le agradecería respuestas a estas preguntas: ¿Cómo puedo reducir el consumo? ¿Es posible adaptar los frenos de disco del R-10, y en caso afirmativo, sería mejor ponerlos sólo delante o en las cuatro ruedas? ¿Existen juntas homocinéticas específicas o acoplables más reforzadas? ¿Se le ocurre algo más para mejorar el comportamiento y las prestaciones de mi bolidillo?