Cuaderno de apuntes
Mediodía del 14 junio de 1952. Hace tan solo unos minutos que se ha dado la salida a las 24 Horas de Le Mans. Ahora, frente a una pista vacía y silenciosa, todos en las gradas esperan impacientes la llegada de los coches una vez completada la primera vuelta. Cuando lo hacen, va en cabeza un cupé blanco con bandas azules seguido de un Jaguar y un Ferrari. El coche es un Cunningham conducido por Phil Walters y, aunque pronto cederá su puesto a otros más ligeros, es un buen comienzo para la marca de Briggs Cunningham, el millonario norteamericano obsesionado con ganar la célebre carrera con un vehículo y pilotos genuinamente americanos. Briggs compitió en Le Mans por primera vez en 1950 con dos Cadillac preparados. Al año siguiente volvió con tres coches diseñados expresamente para la competición: los Cunningham CR2 (1).
De cara a 1952, el equipo lo componen tres automóviles: dos roadster C4R y un coupé: el C4RK, el mismo que ahora retomamos mientras se mantiene entre los primeros puestos hasta que, en la cuarta hora de carrera, Walters da el relevo a su compañero de equipo Duano Carter, quien en un par de vueltas ya ha conseguido meter al coche en el banco de arena de la curva Tertre Rouge y pierde dos horas cavando para sacarlo de allí. Poco importará finalmente el retraso, pues a media noche el coche se retira con problemas mecánicos. Como consolación, uno de los C4R, el pilotado por Cunningham y Spear (2), termina en 4ë lugar.
Cuando en Cunningham empezaron a diseñar los C4R, pensaron construir dos roadster y un cupé, este último dotado de una carrocería diseñada en colaboración con el aerodinamicista Wunibald Kamm. Este dóctor en ingeniería había demostrado que era igual de eficiente aerodinámicamente un coche con la cola cortada que uno con la habitual cola larga. Cortar verticalmente la trasera del coche no alteraba su aerodinámica y en cambio ahorraba peso. Así, el tercer C4R recibió una carrocería de este tipo, siguiendo los conceptos de Kamm, de ahí la «K» en la denominación C4RK. A Briggs Cunningham le parecía claustrofóbico el puesto de conducción y siempre evitó competir en él.
Como sus hermanos, el C4RK estaba dotado de un motor Chrysler Hemi V8 de 5425 cc, que con cuatro carburadores alcanzaba los 300 CV. Dotado de una caja de cuatro relaciones, el coche rodaba entre los más veloces de aquellas 24 Horas de 1952. Hizo la vuelta rápida a una media de 170 km/h. Pero, a pesar de la carrocería de aluminio y las llantas de magnesio, su peso superaba los 1.150 Kg, contando los 190 l del depósito de combustible.
El peso se hacía notar al final de la recta de Les Hunaudières, donde los frenos de tambor sufrían un notable castigo (3). Como complemento para la larga carrera, llevaba sobre el capó el clásico def lector de insectos de plexiglás, una enorme boca de llenado rápido de combustible en el techo y el volante en un ángulo más horizontal para hacer más relajada la conducción.
Los Cunningham eran coches competitivos, aunque faltos del afinamiento extra necesario para ganar Le Mans. Rudolf Uhlenhaut, el diseñador de Mercedes y piloto de alto nivel, probó uno de los C4R en Reims y concluyó que era el coche de carreras más seguro que había conducido. Algo positivo, pero no determinante para conseguir una victoria. Por otra parte, Malcolm Sayer, diseñador de Jaguar, dijo que los Cunningham tenían un chasis no lo suficientemente rígido y que la carrocería se había diseñado «sin una base teórica».
En cualquier caso, el equipo Cunningham volvería al año siguiente y, esta vez sí, el coupé C4RK acabaría la carrera y en un meritorio 10ë lugar. Luego seguirían compitiendo hasta 1958, aunque ya sólo en EEU U. Ahora aquel coche descansa en el Revs Institute de Florida (4). mc (1) -Estos coches fueron los primeros en lucir la carrocería pintada de blanco con dos franjas azules. Un diseño elegido por Cunningham que luego se adoptaría como oficial para EEUU. (2) -Briggs Cunningham conduciría un total de 20 horas por miedo a que Bill Spear, cuya vista -pensaba- no era muy buena, se estrellara durante la noche. Sólo fue cuando Briggs estaba en el baño que Bill pudo apropiarse del coche durante unas horas. (3) -En 1953 Cunningham intentó comprar los frenos de disco Dunlop que equipaban los Jaguar, pero Jaguar vetó esa transacción. (4) -Con la apariencia de Le Mans 1953, ligeramente diferente a la de LM 1952.
«El sueño de Briggs Cunningham siempre fue ganar Le Mans con un coche y unos pilotos genuinamente americanos»