Auto-reflexiones
Hace un par de meses, un grupo de periodistas del motor recibimos este e-mail del departamento de prensa de Ford en el que nos invitaba a participar en un evento poco habitual: «Nos vamos de rodaje y queremos que nos acompañes en el estreno exclusivo para medios de comunicación de la experiencia Go Faster en Barcelona, que tendrá lugar el próximo 19 de octubre en la T2 del aeropuerto de El Prat. No sólo tendrás oportunidad de realizar escenas espectaculares al volante de los excitantes Focus RS y Mustang, sino también de protagonizar un tráiler demostrando tus recién adquiridas habilidades como especialista de escenas de acción. Contarás con el consejo de profesionales y cineastas al puro estilo Hollywood en el rodaje, para dar máxima autenticidad a esta experiencia de conducción».
Aquel mismo día tenía la segunda jornada de Auto Retro y la salida del Spain Classic Raid por la tarde, pero me picó la curiosidad. Una rápida llamada al inefable Josep Autet aclaró rápidamente mis dudas: «No te lo pierdas, es algo espectacular. Nos vemos allí». En el aeropuerto se había montado un tinglado de narices. Un falso set de rodaje con equipos de edición reales, un grupo de directores y productores (en realidad, actores) que simulaba hacer un casting para elegir los actores (en realidad, periodistas) del filme que teóricamente (y a la práctica) se estaba rodando allí... vaya lío ¿Qué es en realidad Go Faster? «Es como combinar el cine con lecciones de conducción de especialista, todo en una producción al estilo Hollywood, y haciendo que los participantes pasen un día inolvidable y vuelvan a casa con el material editado para compartirlo con los amigos», lo describía Andrew Merryweather, gerente de Experiencia de Marca de Ford.
En efecto, para entrar en el reparto había que ejecutar una serie de maniobras en la pista de pruebas. Primero, con un Focus RS 2.3 de 350 CV, aprendíamos a hacer «donuts» en torno a un eje central, es decir, gas a tope en modo «drift». Luego, otra escena de las clásicas: salir marcha atrás acelerando fuerte, dar un brusco golpe de volante para girar 180ë a la vez que se pisa el embrague y seguir de frente a toda mecha. Naturalmente, después de que los instructores nos enseñaran cómo hacerlo.
La guinda del pastel era subirse al Mustang GT V8 (5 litros y 420 CV) y llevar a cabo un slalom compues- to por una mareante sucesión de conos y un sector de «drifting», también gas a fondo, con un par de giros de 360ë. Cada cono derribado implicaba un punto de penalización, con lo que la clave del asunto era ir deprisa pero sin aturullarse.
Por razones que tienen que ver con la acumulación de trabajo, este escrito sale publicado cuando el evento Go Faster abierto al público ha dejado ya de celebrarse. Hubo ediciones en Barcelona y Madrid y antes en otras ciudades europeas. Todas fueron un éxito absoluto: las entradas puestas a la venta a través de las redes habituales se agotaron en pocas horas. Lógico, ¿cuantos dejarían pasar la ocasión de ponerse al volante de un pepino como el Focus RS o del ya mítico Mustang?
Que en nuestros atribulados tiempos de corrección política extrema, de hipócrita responsabilidad social corporativa, de casi criminalización de la automovilidad personal, un fabricante generalista lance una propuesta que desafía los cánones habituales resulta tan asombroso como admirable. Los de marketing ya no saben qué inventar, pensarán algunos. Opino que Ford ha sabido mover ficha poniendo en juego elementos que apelan a su imagen, historia y valores, transmitiendo un mensaje lúdico y casi hedonista a la vez que sondea el mercado y recopila una valiosa base de datos de consumidores. Big Data a cambio de sensaciones cinematográficas con masaje al ego. Vale, pero que mala leche tiene el puñetero Mustang... (Go Faster en: https://bit.ly/2zJgRjT) mc
«Sorprende que un fabricante generalista lance una propuesta tan políticamente incorrecta»