Motor Clásico

Maserati Ghibli II

Es un coche para quienes quieren algo distinto; por mecánica y estilo, el Ghibli no se parece a ningún otro deportivo de su época. Tenerlo en buen estado y solucionar los problemas que eventualme­nte se presenten requiere tiempo y paciencia.

- BLAS SOLO (TEXTO). MIKAEL HELSING (FOTOS)

Maserati Ghibli II Pros y contras de un cupé diferente

El Ghibl i II f ue la ú lt i ma enca r nación del Biturbo, el primer modelo de la era en que Maserat i f ue propiedad de A leja ndro de Tomaso (de 1979 a 1993). Por ser el último es también el mejor, los problemas iniciales del Biturbo se fueron solucionan­do, en alguna medida, con el paso de los años. Sus motores eran básicament­e los del Biturbo en su versión más evoluciona­da, con culatas de cuatro válvulas por cilindro. El Ghibli II es una continuaci­ón del Racing, de 1990. En él se hicieron otras mejoras como el encendido directo (desde 1993); y los turbocompr­esores seguían siendo dos japoneses IHI, cada uno con su intercoole­r. Había dos versiones del Ghibli II, una para Italia, con 2,0 litros de cilindrada (por razones fiscales) y un 2,8 l para exportació­n. La potencia nominal inicialmen­te era 306 CV en el 2,0 y 280 CV en el 2,8, que subía menos de régimen y tenía una relación de compresión algo menor (7,4 a 1).

El Ghibli II es un deportivo atractivo por su estilo y prestacion­es. Como coche colecciona­ble tiene en su escasa producción otro punto más a su favor para ser catalogado como vehículo histórico. Ahora bien, para usarlo con frecuencia, sólo se lo recomiendo a los enamorados de la marca que no se desanimen ante los problemas que surjan. Por ejemplo, encontrar ciertos repuestos puede ser difícil o imposible; actualment­e Maserati se desentiend­e de los coches de la época de Tomaso; ciertos problemas, como reemplazar una centralita defectuosa, no se solucionan con los métodos habituales en cualquier clásico. Aunque hay aficionado­s al Biturbo y sus sucesores que han recopilado gran cantidad de informació­n para solucionar algunos problemas, las fuentes oficiales no existen o no son fiables. Ni siquiera está claro cuántos Ghibli se fabricaron, la cifra oficial (2.216 unidades) ha sido descartada por posteriore­s recuentos, que dan 2.273 o 2.303 unidades.

 ??  ?? Accionamie­ntos eléctricos. Hay que comprobarl­os todos cuidadosam­ente. Aunque muchos de los problemas eléctricos iniciales estaban superados, la instalació­n aún no era perfecta. Carga del turbo. La aguja puede llegar a la zona roja «raramente» (según el manual). Si lo hace «frecuentem­ente», hay un problema en las válvulas de descarga.
Accionamie­ntos eléctricos. Hay que comprobarl­os todos cuidadosam­ente. Aunque muchos de los problemas eléctricos iniciales estaban superados, la instalació­n aún no era perfecta. Carga del turbo. La aguja puede llegar a la zona roja «raramente» (según el manual). Si lo hace «frecuentem­ente», hay un problema en las válvulas de descarga.

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