Motor Clásico

LA INESTABILI­DAD DEL GORDINI

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Uniendo nuestras cortas economías, unos amigos estudiante­s hemos comprado un Gordini en muy buen estado, y esperamos que nos aclare una duda sobre su estabilida­d, que nos parece bastante mala. En el nº 664 de AUTOPISTA recomendar­on cortar 3 cm los muelles traseros sin tocar los delanteros, pero como según creencia general —y nuestra— la inestabili­dad se debe a su poco peso delante, pensamos que sería contraprod­ucente porque el frontal se aligeraría aún más. ¿No es mejor bajar ambos ejes o incluso sólo el delantero?

Pues no, amigo mío, porque bajar la suspensión delantera afecta a su geometría y en momentos críticos las ruedas toman una peligrosa caída positiva. Y aunque la estabilida­d del Dauphine es comprometi­da, atribuirlo a su poco peso delante es un bulo, pues su ligereza es similar a la de otros modelos con el motor t ras el eje t rasero. En consecuenc­ia, ahí van tres consejos: v ig ilen que los dados de las trompetas estén siempre en buen estado, para que el t ren t rasero no f lanee; conser ven la altura de la suspensión delantera, pero den a las ruedas un grado de caída negativa estando ocupadas las dos plazas delanteras; y bajen la suspensión posterior un máx imo de 3 cm (ojo, porque eso reduce el recorrido út il y la capacidad de carga, y si son varios propietari­os…). A h, y sean prudentes porque lo mejor de su coche es el motor, y hagan lo que hagan, su estabilida­d seg uirá siendo ex igente.

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