Antología técnica
Tengo un 1430 que al parar en los semáforos, sobre todo frenando fuerte, cae de vueltas, caballea, acaba calándose y luego cuesta mucho arrancarlo. ¿Puede indicarme qué le ocurre? ¿Podría solucionarlo yo mismo y ahorrarme pasar por el taller?
Los síntomas que indica revelan un problema de carburación: nivel demasiado alto en la cuba, probablemente originado porque una sobrepresión de la bomba de alimentación ha forzado la lengüeta que conecta el flotador y la válvula de entrada. Por eso al frenar, la inercia desborda gasolina que pasa al motor estando cerrada la mariposa del carburador, ahogándolo hasta el punto de calarse, así que para volver a arrancarlo debe mantener el acelerador pisado a fondo mientras acciona la puesta en marcha, pues si acelera un poco o nada, restringe el paso de aire, y si «pedalea», la bomba de aceleración inyecta gasolina adicional que agrava el ahogo. Ahora veamos cómo solucionarlo. El procedimiento es medir la presión de la bomba, corregir su exceso (debe quedar entre 180 y 250 g/cm2) y restaurar el nivel correcto en la cuba. Para ello, lo cómodo y rápido es acudir a un taller de carburadores, pero sin duda, con habilidad, paciencia y un manómetro adecuado puede hacerlo usted, e incluso —como parece que el ahorro le importa bastante— si no dispone del manómetro, ahí va una alternativa barata, entretenida… y hasta acrobática. Provéase de una escalera alta, un ayudante y unos 4 m de macarrón trasparente, y como 1 m de columna de agua (cuya densidad es 1) ejerce una presión de 100 g/cm2, y la densidad aproximada de la gasolina es 0,75, marque el macarrón a 240 y 330 cm de un extremo, para señalar las alturas de columna de gasolina que limitan el rango de presión conveniente. A continuación ponga el motor en marcha, manténgalo unos segundos a 1.500 rpm para que la cuba se llene bien, párelo, desconecte el tubo que va de la bomba al carburador, conecte a la bomba el macarrón graduado, diga a su ayudante que suba a la escalera y lo sostenga vertical, vuelva a poner el motor en marcha, acelere hasta unas 2.000 rpm, y si la columna de gasolina supera la marca 330 cm (que la superará, así que cuidado por si alcanza a desbordar el macarrón), podrá ver si el exceso de presión es mucho o poco. Tras esa observación, pare el motor, quite la bomba, y usando como plantilla la junta que lleva en su acoplamiento al bloque, recorte unas cuantas de un pliego de papel específico o de cualquier cartulina fina (para mayor ahorro). Vuelva a poner la bomba añadiendo una o varias según el exceso que haya visto, repita el proceso de comprobación, y si fuera necesario vaya añadiendo juntas hasta lograr una presión (altura de columna) adecuada. Finalmente, suelte la tapa del carburador, apóyela sobre una superficie horizontal en posición invertida (flotador hacia arriba), presione éste sin forzar en absoluto hasta cerrar la válvula de entrada (notará que primero debe vencer la —leve— oposición de su muelle, y luego ya el tope de recorrido) y mida la separación que queda entre el plano interno de la tapa y el borde de la boya, que sin duda será 5 mm o menos, así que —con delicadeza— deberá doblar la patilla que conecta el conjunto flotador y la válvula, hasta que la antedicha separación quede entre 6 y 7 mm. Hecho eso, ¡listo! Móntelo todo, recoja el instrumental… y compruebe lo bien que vuelve a funcionar su 1430 sin haber gastado prácticamente nada.