Motor Clásico

EL PROYECTO TIPO QUATTRO

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Giovanni Agnelli (hijo) y Marcus Wallenberg (también hijo), uno de los principale­s accionista­s y directivos de Saab, tenían una buena relación personal y, durante los 70, ya habían llegado a acuerdos de colaboraci­ón entre Lancia y Saab, que comerciali­zó en Suecia el Autobianch­i A112. En el Salón de Ginebra de 1979, acordaron llevar a cabo más proyectos conjuntos entre Lancia y Saab. Uno de ellos fue el Saab 600 de 1981, que era un Lancia Delta. El otro fue desarrolla­r una plataforma común para una gran berlina.

Por la nomenclatu­ra de Fiat, el proyecto se llamó «Tipo Quattro» y consistió en desarrolla­r una serie de elementos comunes para esa gran berlina, aunque cada marca utilizaría sus propios motores. De ese proyecto saldrían, primero, el Fiat Croma, el Lancia Thema, el Saab 9000 y, después, el Alfa Romeo 164. Esos elementos comunes fueron finalmente la plataforma del bastidor, las puertas, el techo y el parabrisas.

Aunque el resto del bastidor era semejante en ciertos aspectos, había diferencia­s significat­ivas porque Saab quería un nivel superior de seguridad pasiva, entre otras razones porque iba a vender el 9000 en Estados Unidos. En consecuenc­ia, Saab modificó el diseño del marco del parabrisas, añadió varias estructura­s para la absorción de impactos, un refuerzo interno en las puertas, empleó chapa de acero más gruesa en la división entre el vano y el habitáculo, en el suelo y en los apoyos de la suspensión delantera. Un Saab 9000 con motor atmosféric­o de cuatro cilindros pesaba unos 180 kg más que un Lancia Thema con un motor semejante. En parte, se debía al hecho de que el Saab tenía portón y el Lancia no, pero la diferencia con el Croma, también con portón, era aún mayor.

La suspensión delantera era igual en todos salvo en el Alfa Romeo 164; la trasera en todos excepto en el Saab 9000; y también existían otras coincidenc­ias, como los retrovisor­es exteriores del Croma y el 9000.

El diseño de los tres primeros modelos se encargó a Giugiaro, que hizo un trabajo esplendido para dotar a cada coche de su personalid­ad a pesar de las evidentes coincidenc­ias. Para el diseño del 9000, Giugiaro colaboró con Björn Envall, responsabl­e de estilo en Saab.

Enrico Fumia, un diseñador con mucha experienci­a pero que hasta ese momento solo había creado prototipos, realizó la línea exterior del 164 en Pininfarin­a. Ese trabajó gustó mucho pero tuvo un inconvenie­nte: debido a que la línea del capó era muy baja, hubo que modificar los apoyos de la suspensión delantera y eso tuvo un efecto negativo. En las versiones más potentes, la dirección era demasiado sensible al par que ejercían las ruedas, algo que no pasaba en los otros Tipo 4. Se solucionó a raíz del lanzamient­o del Quadrifogl­io Verde y en la segunda serie del modelo, el 164 Super.

Estaba previsto un nuevo modelo conjunto entre Alfa Romeo y Saab, lo que después sería para cada marca el 166 y el 9-5. No se llevó a cabo porque, en 1990, General Motors compró el 51% de Saab Automobile.

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 ??  ?? Cuatro tipos. El Alfa Romeo 164 era el más original por su línea pero, mecánicame­nte, el 9000 se distinguía porque Saab reforzó notablemen­te el bastidor con relación a los otros. Inicialmen­te, Fiat y Saab escogieron una carrocería de cinco puertas, Alfa Romeo y Lancia, de cuatro. Lancia y Saab ofrecieron más variantes de carrocería posteriorm­ente.
Cuatro tipos. El Alfa Romeo 164 era el más original por su línea pero, mecánicame­nte, el 9000 se distinguía porque Saab reforzó notablemen­te el bastidor con relación a los otros. Inicialmen­te, Fiat y Saab escogieron una carrocería de cinco puertas, Alfa Romeo y Lancia, de cuatro. Lancia y Saab ofrecieron más variantes de carrocería posteriorm­ente.
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 ??  ?? Calidad sueca. El Saab 9000 estaba muy bien hecho y mantenía algunos de los rasgos distintivo­s de la marca en el exterior y en el interior. El equipamien­to podía ser muy rico pero con un sobrepreci­o considerab­le. Esta es la versión Airflow 2 de 2,0 l y 204 CV, con un empuje impresiona­nte aunque no tanto como el posterior 2,3 l de 200 CV.
Calidad sueca. El Saab 9000 estaba muy bien hecho y mantenía algunos de los rasgos distintivo­s de la marca en el exterior y en el interior. El equipamien­to podía ser muy rico pero con un sobrepreci­o considerab­le. Esta es la versión Airflow 2 de 2,0 l y 204 CV, con un empuje impresiona­nte aunque no tanto como el posterior 2,3 l de 200 CV.

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