Techno Classica de Essen
Sigue aupada en la cima de cuantas ferias se celebran en Europa. Su volumen aumenta en todos los sentidos: más espacio, más expositores, más público… más nivel. Lo que allí se cuece repercute en el devenir del mercado. Y si no, miren.
Inabarcable
En los últimos años, el factor que ha movido el mercado de vehículos histórico ha tenido un marcado componente inversionista y especulativo. Hemos podido constatar cómo se disparaban los precios de las marcas y de los modelos de relumbrón y cómo, colateralmente, arrastraban a los de la segunda fila. Resultado: cotizaciones y cifras, en muchos casos, irreales. Techno Classica ha sido tradicionalmente uno de los termómetros donde tomar la temperatura de estas fluctuaciones y observar tendencias, como en una pasarela de moda de París o Milán. Si en ediciones anteriores no es arriesgado decir que el modelo dominante era el Porsche 911, llegando a cuantificarse su presencia en la mitad de los coches en venta, la cosa ha cambiado este año. Después de un ascenso desproporcionado, su cotización se ha estabilizado en los últimos meses. Vendedores y, sobre todo, compradores han echado el freno y han decidido apostar por otras alternativas.
Y quienes tiran de las riendas ahora son las jóvenes generaciones. Su foco de atención lo han puesto en los coches de carreras, en general, y en los de Grupo B, en particular. La proliferación de rallyes y festivales históricos ayudan a subir esa fiebre. Y lógicamente, también los precios. Es la pescadilla que se muerde la cola. La casa de subastas Coys, por ejemplo, adjudicó un lote de Lancia con resultados estratosféricos: un Delta HF Integrale Martini 5, en 120.000 €; un Stratos, en 545.000 €; un 037 Rally Stradale, en 770.000 € y un Delta S4 Stradale, en 1.040.000 €. Todo dicho…
También los modelos italianos recupera n terreno, Ferrari aparte. Nunca había visto tanto Lancia Flaminia Zagatos reunidos. Y por el único por el que pregunté me dieron una cifra que me quitó el hipo: ¡650.000 €! Con acento auténticamente Español y castizo pero de corte transalpino, me refiero a un Pegaso Z102 Touring, estaba en venta por 850.000 €.
Otro tanto sucedía con los denominados« Barn find». Esas piezas encontradas («misteriosamente») en cobertizos, originales y con poco k ilometraje consti
LOS COCHES DE COMPETICIÓN Y LOS GRUPO B DE RALLYES SON AHORA LOS MÁS DEMANDADOS
tuyen peras en dulce, un éxito asegurado. Puesta sala venta con tal pedigrí, supone aumentar su valor entre un 40 y 60 por ciento. Un ejemplo al caso: un Ferrari F40 vendido nuevo en Portugal, con sólo 400 km en el marcador. El propietario lo usó únicamente el día que fue a recogerlo al puerto de Lisboa. En Essen pude sentarme en su baquet y aún olía a nuevo. ¿Su precio? 1,4 millones de euros.
Cambio de tercio. Quienes suelen echar el resto, por eso de jugar en casa, son los fabricantes locales. Mercedes-Benz, BMW y el grupo Volkswagen y toda su artillería pesada, desde Audi a Porsche, ocupaban buena parte de los doce pabellones feriales. Aun con todo, se notaba cierta contención en la puesta en escena. Incluso se echó de menos a una marca como Lamborghi ni. Por el contrario, la que sí montó un escaparate vistos o fue Volvo.
Los coches ingleses siguen teniendo una presencia reducida. No tanto en el capítulo de repuestos, aunque el nubarrón del «Brex it» acongojaba a más de uno. Algunos fieles a Essen cuestionaban su asistencia en el futuro por culpa de un asunto que va más allá de lo político y ya les afecta en lo comercial y, sobre todo, en lo económico.
En una línea más optimista se mueven los clubes locales —los alemanes, me refiero—, cuyo peso suele tener una relevancia especial. Nada menos que doscientos han estado presentes y muchos de ellos montaron auténticos «belenes» con gran derroche de imaginación e ingenio. Ello les ha valido estar colocados este año junto a la entrada principal, como aperitivo del o que más adentro iba a encontrar el visitantes.
La tercera pata de Essen son los profesionales del género chico, o sea, del repuesto, piezas, herramientas, accesorios y complementos de taller. La oferta parece no tener límites. Desde el recambio más elemental, como un faro o una bomba de gasolina, a chasis y carrocerías completos. En esta línea, las impresoras 3D ya están marcando el camino a seguir. Cada día más sofisticadas, van a continuar simplificando y, sobre todo, abaratando el coste de fabricación de piezas en pequeños volúmenes. Y ojo a lo que viene de oriente, en concreto de China (de dónde si no). Conté varios especialistas en recambios y un compraventa dubaití con una impresionante colección de Aston Martin.
En el reverso de la moneda, que siempre lo hay, según cómo se mire, estaban los que ya hacen negocio con la electrificación de clásicos. Nos guste o no, la opción está y hay quien no le hace ascos. Jaguar enseñaba su E-t y pe eléctrico y otra empresa hacía lo propio con el Volkswagen Escarabajo. No me opongo severamente a ciertas modificaciones, pero sí cuando se cometen atrocidades que desvirtúan la mitad del vehículo y su esencia; y más aún cuando la transformación es irreversible. Cierto es que algunas de estas propuestas garantizan —o lo pretenden— una supuesta rehabilitación a su estado «original»; pero, entonces ,¿ para qué sirve ?.
Como epílogo, citaré los vehículos que más llamaron mi atención. Algo siempre complicado tratándose de la magnitud de Essen. Me gustó mucho ver el Porsche 907 «cola larga» con el que Jochen Rindt participó en las 24 Horas de Le Mans de 1967 (retirado por avería de motor), que tenía en venta Thiesen; el Maserati 4CLT (1949) con el que corrió Fangio y, como contrapunto, un original Fiat 850 «monovolumen», tipo Múltipla, carrozado por Bertone, que estaba en el aparcamiento de visitantes. Y cómo no, me alegró ver, en el stand de Houtkamp, el Jaguar E-type «Low Drag» que hicimos en Juan Lumbreras, en Vigo. Lo tenían a la venta en 330.000 € y el sábado le colgaron el cartel de vendido. mc