SE FUE SIN AVISAR
En el mes de abril, durante la Feria Techno Classica de Essen, un buen amigo que había acudido me mandaba unas cuantas fotos. Sabedor de los gustos automovilísticos tan raros que tengo, me enviaba imágenes de una gran berlina de color blanco, de los años 10. En cuanto lo vi, algo familiar me vino a la memoria, y le pregunté si el coche era de origen español. Me contestó que efectivamente portaba la matrícula «CO-71», pero no tenía más información, aparte de que se trataba de uno de los escasísimos De Dion Bouton con motor de 8 cilindros en V que se conservan.
No muchos aficionados se habrían molestado en examinarlo más a fondo, pero hay que hacer notar que los De Dion V8 fueron un auténtico hito en la Historia de la Automoción —sí, con mayúsculas—, dado que fueron los primeros con esa arquitectura mecánica en ser fabricados seriadamente y vendidos al público. En su época causaron sensación, aunque pocos fueron fabricados debido a su alto precio y al advenimiento de la I Guerra Mundial, pero crearon escuela y por ejemplo fueron el modelo a seguir por los Cadillac V8 que iniciaron la fiebre americana por ese tipo de motores.
El caso es que este magnífico ejemplar había sido originalmente vendido en España, y llevaba décadas formando parte de una de las mayores colecciones —en cuanto a calidad y cantidad— de nuestro país. Quizá se pueda decir que es la mejor colección patria en términos absolutos, y como tal se formó pensando en la creación de un gran museo, que debido al fallecimiento de su alma máter nunca se llevó a cabo. El problema es que desde hace décadas, cientos de automóviles de altísima calidad, auténtico patrimonio patrio, languidecen en oscuras naves y se mantienen alejados de la mirada de cualquier aficionado. De vez en cuando alguien tiene la suerte de poder echar un vistazo, aunque sea sólo en fotos, como me pasó a mí hace relativamente poco, y entre lo que vi figuraba este significativo De Dion que quedó grabado en mi retina.
Ahora, y sin que los aficionados españoles hayan podido disfrutar —siquiera de lejos— de su presencia, el coche ya ha marchado al extranjero, de la mano de la empresa checa Auto Veteran Company. Como decía nuestro compañero Garriga en su columna del mes pasado, España está repleta de colecciones ocultas, pero si seguimos así, dentro de poco apenas quedará por aquí ningún vehículo con matrícula original española de dos o tres cifras.