Carrocería e interior
Salvo en los coches que procedan de países húmedos, el óxido no debe ser una preocupación especial. No obstante, sí conviene echarle una ojeada al soporte de la batería. Los elementos de la carrocería específicos de esta versión no son difíciles de encontrar, sobre todo en el Reino Unido y en el mercado de ocasión.
Interiormente el principal problema puede ser el desgaste de los asientos delanteros, en concreto en los apoyos laterales. Casi todos los RS Turbo tienen la opción de asientos Recaro, su el tejido es difícil de reparar o sustituir. Un asiento completo de segunda espalda (por no decir lo otro) se puede encontrar con cierta facilidad porque también lo tuvieron otras versiones (el XR3i y el Cabrio), pero entre 300 y 500 €. El velocímetro puede tener un funcionamiento errático y se debe a una pieza de plástico que une el cable a la caja de cambios (barata y fácil de cambiar).
Algunas de las causas de que el coche no arranque o lo haga mal son eléctricas: que no llegue suficiente corriente a la bomba de gasolina o el propio bombín de la llave de contacto. También conviene comprobar que, en caliente, se conecta la ventilación del radiador, que falla a veces.
A finales de 1989 se hicieron varias modificaciones de la carrocería, algunas decorativas, otras de equipamiento (parabrisas con calefacción o intermitencia variable de los limpiaparabrisas) y alguna que afectaba a la fiabilidad, como una centralita distinta o una entrada de aire mayor para el radiador. Las unidades con «Especificación 90» son las preferidas por quienes conocen bien este modelo. En los coches fabricados en 1990, la penúltima letra de la identificación del bastidor debe ser una «L». Si es una K seguida de A, B o C, es de los tres últimos meses de 1989.