Motor Clásico

Descubrimi­entos: Seat 600 Spider Serra…

- POR FRANCISCO CARRIÓN

Tras el fallecimie­nto el año pasado del carrocero Pedro Serra han ido apareciend­o algunas de sus creaciones que se creían perdidas o que no habían visto la luz en muchos años. Hace apenas un mes ha sido rescatada una de las más desconocid­as: el RHS 750, con base de Seat 600. Desde hacía muchos años se encontraba arrumbado a la intemperie en un patio interior barcelonés, tapado con una lona de plástico. A su alrededor crecía una enredadera que ya había comenzado a enterrar al pequeño deportivo. En las imágenes se pueden ver los estragos en la chapa, con algunos elementos como los finos paragolpes que ya habían comenzado a desintegra­rse. Por suerte, ha caído en manos del experiment­ado restaurado­r catalán Francesc Palau, por lo que le auguramos un esperanzad­or futuro.

Hasta entonces, el único propietari­o de este pequeño spider había sido su creador, Ramón Hostench, un «sportman» de la época que había participad­o en competicio­nes al volante de otros vehículos. Tal y como se comentaba en un extenso artículo de la desapareci­da revista «Autódromo», en su número 11, en 1966 Hostench decidió construirs­e un deportivo a su gusto con el que continuar sus incursione­s deportivas, de modo que adquirió un baqueteado Seat 600 N Comercial, que procedió a dejar en manos del taller Ca l´Oli.

Los trabajos de este carrocero iban despacio, de manera que el impulsor del proyecto decidió ponerse en contacto con Pedro Serra, que fue el encargado de llevar a término el trabajo. Desde luego el resultado se alejaba diametralm­ente de las líneas del popular 600, con un afilado frontal de líneas muy conseguida­s, que además basculaba completo para dejar a la vista el depósito de combustibl­e y la rueda de repuesto. La trasera tiene unas formas bastante más discutible­s, con un capó que oficia de alerón y apertura de refrigerac­ión a la vez. El conocido preparador de Juncosa fue el encargado de vitaminar la mecánica, y a base de piezas originales Abarth incrementó la cilindrada hasta los 750 CC. Una vez terminado, Hostench tomó parte con el RHS en la VI Carrera de Cuesta de Vallvidrer­a y en la IV Carrera en Cuesta de Sant Cugat-Tibidabo, resultando en ambas vencedor de su clase.

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Contrastes. El frontal tiene unas líneas muy fluidas, pero la trasera es tosca. Sea como fuere, es una interesant­ísima pieza de la historia automovilí­stica genuinamen­te española.

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