MIENTRAS TANTO, EN JAPÓN
General Motors fue quien introdujo el turbocompresor en modelos de serie (Oldsmobile Jetfire y Chevrolet Monza Spyder, 1962). En Europa, los pioneros fueron BMW (2002 Turbo, 1973), Porsche (911 Turbo, 1974) y Saab (99 Turbo, 1977). En 1978, Toyota lanzó una versión de la segunda generación del Celica a la que llamó Supra en algunos mercados. Un año después, el Celica Supra recibió un motor turboalimentado y, con ello, se convertiría en el primer modelo japonés de gran serie con ese elemento.
Aunque Japón llegó ligeramente después, su desarrollo del turbocompresor fue más rápido. Lo aplicó en distintos segmentos del mercado y lo combinó muy pronto con la inyección electrónica y distintos tipos de motores (cuatro en línea, 6 en línea y V6). Además, varias marcas japonesas comenzaron a utilizar el turbocompresor para compensar una cilindrada relativamente baja, más que para alcanzar una potencia específica muy alta. Lo que ahora se llama «downsizing».
Otras ofrecían motores turboalimentados como alternativa a los atmosféricos, dentro del mismo nivel de potencia. Por ejemplo, en 1981, el cupé Toyota Soarer tenía un seis cilindros en línea en dos versiones: un atmosférico de 2,8 l y un turboalimentado de 2,0 l. Para el Nissan Fairlady Z de 1983 también había dos V6: un 3,0 l atmosférico y un 2,0 turboalimentado.
Dentro del segmento del Lancia Delta o el Renault 11, Mazda lanzó en 1982 una versión de su tercera generación del Familia con un 1,5 l turboalimentado de 115 CV. El motor era una variante de su tipo E, con un turbocompresor IHI pequeño y de baja presión (unos 0,5 bar), inyección electrónica y sensores de detonación, aunque sin intercooler. Como Ford ya tenía una participación en Mazda, comercializó ese Familia con motor turbo como Ford Laser en algunos mercados de Asia, Oceanía y África.
También en 1982, Mitsubishi añadió un turbocompresor a su motor tipo Saturn de 1,4 l para implementarlo en el Colt (Mirage en algunos mercados). Tenía varias cosas curiosas, como dos versiones de potencia (70 y 105 CV en Europa), ambas con carburador, y un cambio «Super Shift» con cuatro velocidades y dos grupos («Economy» y «Power») que se seleccionaban con una palanca adicional. Esa versión del Colt/ Mirage se llamaba GT Turbo y también se vendió dentro de marcas americanas (Dodge Colt y Plymouth Champ). En la siguiente generación del Colt/Mirage, instaló un 1,6 l turbo con inyección electrónica y 125 CV. Mitsubishi fue la marca que más extensamente aplicó el turbocompresor a principios de los 80, había versiones con él en casi todos los modelos
EN LOS 80, JAPÓN DESARROLLÓ EL TURBO MÁS QUE EUROPA