ARRINCONADO
Situado al fondo de un patio repleto de clásicos, esta berlina setentera parece ser el último proyecto en el que piensa su propietario. Y es una pena, pues parece estar totalmente completo, original y bastante bien conservado. Luce una matrícula original madrileña, y tanto su pintura como sus cromados aún brillan. Incluso el interior está en buen estado, por lo que podemos suponer que no lleva demasiado tiempo parado y a la intemperie. Es un coche normalmente identificado por los aficionados españoles como el modelo en el que el famoso cantante Nino Bravo perdió la vida, pero tiene atributos de sobra para ser considerado un interesante objeto de colección: es un coche raro por estos lados, lujoso, y fue el que estrenó el reconocido motor de seis cilindros en línea que tantas alegrías dio a la marca desde entonces.