Bastidor y transmisión
La caja de cambios en sí es muy robusta y pude aguantar sin problemas incluso en las unidades con motor modificado, pero todo tiene un límite. Un aumento de par excesivo puede causar averías que requerirían una reconstrucción completa de la caja o una completamente nueva. Lo que sí puede fallar es el mando de la caja. Tenía un manejo preciso y, si las marchas entran con dificultad, lo primero que mirar son las rótulas al final de los cables de mando. El embrague tiene una resistencia normal, salvo que se haya aumentado mucho la potencia del motor.
Los ejes pueden presentar un problema extrañamente frecuente en Lotus, incluso en modelos del siglo XXI: corrosión. Se puede presentar en
los bujes y, sobre todo, en los triángulos traseros que, además, se empiezan a oxidar desde dentro. Es un problema extremadamente costoso de solucionar. En la segunda serie se solucionó con piezas galvanizadas, que son las que conviene buscar.
Otro posible inconveniente es una cierta tendencia a perder aceite de los amortiguadores. Tampoco tienen buena fama los casquillos, poco duraderos en los coches que se han conducido intensamente. La alineación es un dolor de cabeza en muchas unidades porque hay pocos sitios donde la hagan bien. En el Elan, antes de empezar a perder tiempo y dinero intentándolo, hay que asegurarse de que todos los elementos de la suspensión estén en buen estado, sobre todo los casquillos.