Escultura barroca
En los años cincuenta del siglo pasado, se produjo una revolución en el diseño de los automóviles americanos. Y en las postrimerías de la década, llegó al barroquismo en las carrocerías y en los colores, como así lo atestigua el ejemplar que mostramos.
Con sólo menciona r la marca Dodge, a la mayoría de los aficionados nos vienen de inmediato a la cabeza los Dart y 3700 GT que don Eduardo Barreiros ensambló en su factoría de Villaverde entre 1965 y 1977. A pesar de tratarse de unos modelos que en los Estados Unidos correspondían al escalón inferior de la gama, su longitud de casi cinco metros y el motor de seis cilindros en línea los convertían entre nosotros en unos automóviles de tamaño colosal, únicamente al alcance de una clientela pudiente.
En contraste, mostramos un ejemplar bicolor salido de la fábrica Dodge de Detroit en 1959, que hace gala de unas dimensiones claramente mayores, mientras que la profusión de motivos cromados y las impresionantes aletas traseras corresponden a la temporada más recargada del diseño automovilístico norteamericano. Y en compañía de semejante exageración de adornos, el atrevimiento de ofrecer una paleta de colores que incluía de serie tonos tan sorprendentes como esta conjunción de rosa cuarzo y rosa coral.
De todos modos, nos tenemos que remontar todavía 45 años adicionales en el tiempo para asistir al origen de la firma Dodge. Se fundó en 1914, cuando los hermanos John y Horace Dodge tomaron la decisión de fabricar sus propios coches, tras dedicarse en Detroit desde 1901 a la producción de componentes para otras empresas automovilísticas. Los primeros Dodge fueron los 30-35 HP, que estaban dotados de un motor de cuatro cilindros, 3.477 cc y obtenían una potencia máxima de 35 CV. Poseían una carrocería elaborada íntegramente con acero, algo novedoso por entonces, y contaban con una instalación eléctrica de 12 voltios cuando la gran mayoría de turismos utilizaba corriente a 6 voltios. Su calidad de construcción, unida a un precio razonable de 670 dólares, hizo que la joven Dodge se situase en 1915 como tercer fabricante y comercializase 45.000 unidades antes de terminar el año.
Aquel inicio tan prometedor, con sus posteriores altibajos y la compra de la compañía Dodge Brothers en 1928 por parte de Chrysler, cristalizaba en 1953 con la
salida al mercado de una gama de diseño innovador. Se trataba de los Dodge Royal, cuyas carrocerías obedecían al estilo pontón de la época e incluían cristales curvados y adornos cromados de inspiración aeronáutica. Por lo que respecta al motor, los Royal disponían de un motor V8 de 3.954 cc, que conseguía una potencia máxima de 150 CV SAE a 4.400 vueltas y podía ir acoplado indistintamente a una caja manual de tres marchas, a una PowerFlite de dos relaciones o a una de cuatro y accionamiento manual.
A bordo de aquellos primitivos Dodge Royal, era posible mantener cruceros de 130-140 km/h en las extensas rectas de las “highways” americanas gracias al motor V8 tipo Hemi. Rodeados de un ambiente confortable y en un habitáculo espacioso, los pasajeros viajaban en excelentes condiciones. En cambio, el conductor tenía que controlar unos neumáticos diagonales y unos frenos de tambor que no respondían con la agilidad actual a la hora de girar o detener los 1.630 kg que aquel “haiga” pesaba en vacío.
En las temporadas sucesivas hubo cambios anuales en la gama Custom Royal, al mismo tiempo que crecía el tamaño de sus carrocerías y la cilindrada de los motores
V8. Y además, su exterior se iba cubriendo de adornos y de unas aletas traseras prominentes, al mismo tiempo que aumentaba el tamaño de las superficies cromadas. Ya en 1957 apareció una nueva generación Dodge, cuyos modelos Coronet, Royal y Custom Royal se ofrecían en seis versiones de carrocería: sedán, hardtop sedán, coupé, hardtop coupé, convertible coupé y station-wagon. Asimismo, el motor V8 de las variantes más potentes había aumentado su cilindrada a 5,3 litros, para incrementar las prestaciones y compensar el mayor peso de los recién llegados Dodge.
EL EQUIPO DIRIGIDO POR VIRGIL EXNER LLEGÓ EN 1959 A SU ESTILO MÁS RECARGADO