JORDI VENTURA, CAMPEÓN EN TODO
Perteneciente al firmamento de grandes estrellas que ha dado el automovilismo catalán, Jordi Ventura Manté (La Bisbal d’Empordà, 15-2-1961) ha logrado por su enorme calidad al volante amasar numerosos éxitos y destacar en todos los programas que ha planteado. Como tantos pilotos, empezó a correr con un Seat 127 (1983), pero pronto se pasó al R-5 GT Turbo con el que ganaría el Volant RACC de 1988 y el subcampeonato de la Copa Renault catalana un año más tarde. Era el prólogo de lo que estaba por llegar.
Al volante del Sierra RS Cosworth de este reportaje logró el subcampeonato catalán de 1990 y su primer título absoluto en 1991, dos temporadas en las que obtuvo nueve victorias y varios podios. El camino estaba labrado. En 1992 pasó de la propulsión trasera a la tracción integral con el Lancia Delta HF Integrale que además de mucho éxitos le permitió sumar un subcampeonato (1992) y el título catalán absoluto (1993).
El prestigio de Jordi Ventura era importante y Seat Sport, entonces volcada en los Ibiza, le permitió a finales de 1994 pasar al grupo A de tracción delantera. Seis temporadas en las que pilotaría máquinas de alto nivel (Ibiza GTI 16V, Ibiza Kit Car 1.8 y 2.0), sumando un nuevo subcampeonato catalán en 1995 y otros tres títulos absolutos (1997, 1998, 2000) y prestando un gran servicio a la marca al contribuir a la puesta a punto de sus coches del Mundial, a partir de 1997 con la estructura Baporo.
Tras casi una década y más de cuarenta victorias en rallyes, Ventura se retiró en 2001 y no fue hasta que le volvió a picar el gusanillo en 2017 cuando volvió a las carreras simplemente para disfrutar. Inicialmente se preparó un VW Golf GTi 16V con el que ha sido la sensación los dos últimos años y ahora regresa al volante del mismo Sierra RS Cosworth que le dio tan buen resultado hace tres décadas, totalmente reconstruido y con especificaciones de grupo A.
En todos estos años Jordi Ventura ha hecho gala de un exquisito trato de las mecánicas… y los patrocinadores. Hábil como pocos en la gestión de sus programas, ha sabido lograr siempre la financiación necesaria para tener coches y servicio técnico de alto nivel, ofreciendo a cambio brillantes resultados y una imagen impecable.
Tanto en el Sierra como en el Delta o los Ibiza, un nombre se hizo famoso: Robert Mercader, firma de la que fue gerente hasta 2001, cuando creó su propia organización, Bricoceràmic. Muchas de las empresas que ya le habían apoyado dos décadas le siguen en su nueva aventura deportiva, muestra de que apostar por Ventura es sinónimo de éxito, en la carretera y fuera de ella, porque es un auténtico campeón en todo.
AUSENTE YA DEL MUNDIAL, EL SIERRA DARÍA GUERRA
CON VENTURA EN EL CAMPEONATO CATALÁN DEL 90-91