HISTORIAS DE PICKUPS: MÚSICA COUNTRY Y CAMIONETAS
Ainicios de los años ochenta, la música country experimentó una evolución y se abrió a nuevas temáticas, más allá de las tradicionales como el amor, la t ierra, la v ida rural, etc. Fue entonces c ua ndo u na pa r te nada desdeñable de sus autores e intérpretes empezaron a componer y cantar sobre otro tipo de cosas, incluyendo algunas tan modernas como la carretera, los v iajes o… las pickups.
L as pick ups son muy popu la res en el enor me estado de Tejas, pero si hay una ciudad que sobresale especialmente por su amor a este tipo de vehículos esta no es otra que Nashv ille (Tennesse), la capital de la música countr y. Allí se concentran la mayoría de las compañías discográficas, salas de conciertos, estudios de g rabación y art istas profesionales del sector. Y muchos de estos músicos utilizan pickups como medio de transporte habitual. No es extraño que, a l f ina l, esta circunsta ncia se acaba ra ref lejando en las canciones que componen, interpretan, graban o producen.
De este modo, comenzarían a escucharse temas con títulos como “Ragged Old Truck”, “Pickup Truck Song ”, “Big Ol' Tr uck ”, “P ick up Man”, “T h is Old
«Las letras de las canciones reflejaban la estrecha relación de las pickups y las gentes del interior rural de Estados Unidos»
Truck”, “That Old Truck”... Ciertamente todos esos nombres suenan bastante similares, pero las letras son distintas. Mientras que “Ragged Old Truck” trata de un opresivo mat rimonio tejano con "esa v ieja vaca", calificativo más bien poco adecuado para una esposa, “Big Ol Truck” habla sobre lo que significa enamorarse de "una chica al volante de un 4x4".
El estribillo de “Pickup Man”, una pieza del popular Joe Diff ie, dice "hay algo que a las mujeres les g ust a de los hombres (que conducen) pick ups", haciendo un hábil juego de palabras con el significado del término, que en inglés puede expresar la idea de "pescar, elegir, quedarse con", en su acepción de “ligar” con alguien. Y en el caso que nos ocupa el doble sentido es totalmente manifiesto.
Uno de los efectos de esta tendencia cultural se h i zo todav ía más v isible u na década después, a principios de los años noventa, cuando los directores de marketing de Detroit recurrieron al mundo del countr y para tratar de vender más camionetas. Chevrolet decidió contratar a una estrella como Bob Seger, el mayor exponente del llamado heart land rock, y además nacido en la capital del motor. Una de sus canciones, “Like a rock”, se conv irtió casi en el lema comercial de la pickup Silverado, aunque nunca pudo batir a la ex itosa Serie F de Ford.
La reacción de la marca del óvalo no se hizo esperar: en 1992 firmaba un acuerdo con dos señalados artistas: el primero fue Alan Jackson, y después vino Toby Keith. Las actuaciones musicales de este último seguían un guion escrito con la ay uda de la propia compañía "para poder integrar la marca en el concierto de forma que sea adictiva a la experiencia del espectáculo", explicó en su momento un portavoz de Ford. Hay que decir que, sobre todo, fue adictiva para la cuenta bancaria de Toby Keith... mc