PSEUDOAMERICANO
Muy pocos de estos Opel de los años 60 llegaron a nuestro país en época de restricciones a la importación de automóviles, pero aquí tenemos este ejemplar, que a pesar de la ausencia de matrículas sabemos que ha estado en España desde hace muchas décadas. Una buena pista es, por ejemplo, esa antiquísima batería Tudor que puede verse en el vano motor, y que es una buena muestra de la originalidad que en general tiene esta unidad. No le falta prácticamente ninguna pieza de fábrica, y además presenta un estado tan bueno que en el exterior bastaría apenas con una mano de pintura y unos pilotos traseros para dejarlo como nuevo. Corresponde a la serie A fabricada entre 1963 y 1965, que era la sucesora de la serie P2, con la que compartía órganos mecánicos. Dado su relativo buen estado, y su rareza por estos lares, creemos que es una unidad que merecería ser restaurada, pues además tiene un atractivo diseño de aire americano, por mucho que luego bajo el capó haya un modesto motor de cuatro cilindros en línea (1.680 cc y 55 CV), o que la distancia entre ejes sea de 2,62 m… ¡No solo de Seat 1500 vivía el hombre!