TURISMOS RÁPIDOS
COETÁNEOS
La bonanza económica iniciada a mediados de los años 50 hizo surgir toda una pléyade de coupés de altas prestaciones como no se había visto desde los años 30. El mercado americano, sobre todo, absorbía todo coche deportivo y europeo con gran entusiasmo, cualquiera que fueran su precio o características. Jaguar y Mercedes-Benz fueron las pioneras en este campo, pero de las dos, podría decirse que la primera que presentó un auténtico Gran Turismo realmente moderno fue la marca alemana con su inefable 300 SL “Alas de gaviota”. Presentado en 1954, estiró su producción nada menos que hasta 1963 en su versión roadster, que nuevo costaba 11.099 $, más caro que un Ferrari
250 GT California Spider. Por prestaciones y características era competidor de los protagonistas de nuestro artículo, pero el problema estaba en su limitada habitabilidad, pues era un estricto dos plazas. En este aspecto, cuando el Maserati 3500 GT fue lanzado, había pocos contendientes capaces de dar cabida a cuatro adultos con semejante clase, aparte del BMW
503 fabricado entre 1956 y 1960, de producción testimonial y motor V8 bastante poco apretado. Ya en 1958 se presentó el Facel-Vega HK500, todo un sofisticado “Grand Routiere” con corazón americano, que aguantó en producción hasta 1961, cuando le sustituyó el Facel II, que en USA se vendía por 12.990 $. En Inglaterra había pequeños fabricantes artesanales como
AC y Bristol que aprovecharon el tirón del momento e intentaron competir con Aston Martin, pero sus obsoletas mecánicas les relegaron a un segundo plano. Por el contrario, a inicios de los
60, el Jaguar E-Type y el Ford Mustang cosecharon un éxito sin precedentes, entre otros motivos porque sus ajustados precios les situaban ciertamente en un escalón inferior a los tres contendientes de esta prueba, aunque sus prestaciones -en según qué versiones- sí eran perfectamente comparables. Finalmente el Lamborghini 350 GT nacía en 1965 como respuesta al propio Ferrari 250 GTE, con una carrocería que como en el Maserati y el Aston Martin estaba firmada por Touring.
Bristol 406 Zagato
El soso diseño del modelo “normal” llevó a la marca a encargar una corta serie de carrocerías a la Zagato italiana, que creó un estrambótico y pequeño coupé de cuatro plazas. Su seis cilindros de dos litros era un diseño de BMW con más de 20 años encima. Sólo se construyeron siete unidades.
BMW 503
Utilizaba el bastidor de las berlinas 501 y 502 y el motor V8 de estas últimas (3.168 cc) y era un coupé de cuatro plazas y auténtico lujo, pero le penalizaban su anodino diseño y la relativa escasa potencia de su motor: sólo 140 CV.
Mercedes-Benz 300 SL
Su chasis multitubular y un motor de inyección directa le hacían parecer una nave espacial cuando se presentó a mediados de los 50. No había duda de que derivaba directamente de la competición, pero su caluroso e incómodo interior dos plazas jugaban en su contra.
Facel Vega HK500
El carrocero Jean Daninos supo conjugar a la perfección la clase y diseño europeos con un ligero toque americano, acentuado por el motor Chrysler V8 “Hemi” de seis litros y 200 CV, de lo mejor de su época. Fue un éxito que continuó con su sustituto el Facel II, de características muy similares.
AC Greyhound
Lo mejor era su motor de seis cilindros en línea y dos litros, herencia de BMW-Bristol, cuyo diseño sin embargo databa de los años 30. Su carrocería, fabricada en aluminio, podía confundirse con la de un DB4, sobre todo vista desde atrás. Se presentó en 1959 y sólo se construyeron 83 ejemplares.
Ford Mustang 350 GT Shelby
En 1964 Carrol Shelby dotó a los Mustang Fastback de un motor V8 de 4,5 litros y 310 CV que los colocaba a la altura de los más codiciados deportivos europeos, aunque su terminación o diseño quedaban por detrás de las realizaciones semiartesanales. Se fabricaron sólo 562 de la primera versión, y hoy se cotizan al nivel de los 250 GTE.
Lamborghini 350 GT
Motor V12 DOHC a 60º de 280 CV, estilosa carrocería Touring diseñada por Franco Scaglione y un chasis creado por Dallara. Se presentó en Ginebra en 1964 y desde entonces y hasta ahora su marca se ha mostrado como uno de los más serios competidores de los Ferrari de todas las épocas, por razones obvias.
Jaguar E-Type
Potente, bonito y barato en comparación a los coches de nuestra prueba, triunfó incontestablemente desde su presentación en 1961. Su motor biárbol de seis cilindros en línea (tipo XK) subió de cilindrada a lo largo de los años, y en 1967, por fin, se presentó una versión 2+2, eso sí, de diseño menos agraciado.