Descubrimientos: Amilcar CGS3…
AMILCAR CGS3
Desde la aparición de la marca en 1921, los pequeños Amilcar causaron furor entre los “sportman” de la época. No tenían ninguna característica particularmente avanzada ni especial, pero estaban bien construidos, eran fiables, bonitos… y principalmente, muy rápidos. Se vendieron en grandes cantidades por toda Europa, y en España gran parte de su éxito se debió a Juan Mauvais, un francés afincado en Madrid que obtuvo la representación en la capital y alrededores. Desde un principio inscribió sus coches en numerosas pruebas deportivas, varias veces conducidos por él mismo, y muchas de ellas logrando el triunfo. También supo explotar bien las posibilidades de la publicidad de la época, y por ejemplo tras venderle una unidad al Rey Alfonso XIII, una fotografía con su hijo el Infante Don Jaime al volante fue reproducida en publicaciones de todo tipo durante varios años.
Precisamente, ese coche que entró a formar parte de las Cocheras Reales era exactamente igual a la unidad de las fotografías… salvando, claro está, las distancias de la originalidad. Matriculado en La Coruña en 1928, poco o nada se sabe de los primeros años de este bólido rojo, pero lo cierto es que sobrevivió bien a los duros años de contienda y postguerra y en los años 60 fue utilizado en estado prácticamente original en algunos rallyes de vehículos veteranos, dotado de unas anchas llantas de chapa estampada que le favorecían más bien poco. Su propietario, un aficionado alicantino, le dio un somero lavado de cara que incluyó esta chillona pintura rojiza, unos faros Marchal o esas llantas de radios, algo más apropiadas que las anteriores pero tampoco originales, pues son de un Ford Modelo A.
Para recuperar su aspecto de fábrica, aún haría falta recrear su salpicadero de origen de aluminio con una llave de luces Ducellier, y principalmente, fabricarle una calandra más aerodinámica, pues la que monta es un invento artesanal sin demasiado parecido a la original. Con todo, es un vehículo que merece la pena restaurar, pues sus cotizaciones se han mantenido increíblemente altas en los últimos años, y además es un coche sencillo y que ha conservado intactos la mayoría de componentes originales, incluyendo la preciosa carrocería de la que toma su denominación: CGS3, es decir, Gran Sport 3 plazas.