LA REFRIGERACIÓN DEL 132-2000 DIESEL
Debido a mi trabajo, hago muchos kilómetros por autopista y carreteras rectas con mi 132-2000 Diésel, y como suelo ir “pie a fondo”, me asusta ver lo que marca el termómetro y oír que el electroventilador apenas descansa. En Seat dicen que es normal y que no me preocupe, pero temo por la culata y su junta. ¿Cree usted que un radiador de más capacidad y un termocontacto que dispare antes el electro mitigarían el problema? Gracias.
Siento darle malas noticias: nuestras pruebas han revelado que el 132-2000 Diésel tiene déficit congénito de refrigeración, y es muy dudoso que un radiador mayor lo resolviese, por la rotunda razón de que el 1800 de gasolina, que lleva uno menos dimensionado y el relé del electroventilador tarado en torno a 95º, no se sobrecalienta pese a que su potencia es casi doble, luego al circuito no le falta capacidad de disipación térmica. Ah, y descarte cambiar el termocontacto, porque si con el actual, el electro apenas descansa, con uno más sensible, imagínese lo que trabajaría… en vano.
Por otra parte, Seat no le engaña: que un circuito hermético estabilice a 90÷95º no tiene porqué causar daños; pero no le dicen que Mercedes fija en 85º la temperatura óptima de funcionamiento de su motor, ni que ellos, en coherencia, taran a 87º su termocontacto.
Así pues, el problema es que un sistema teóricamente sobrado, no cumple como debería, luego en la práctica, algo se lo impide, y ese algo es… el electroventilador. Al ir delante del radiador (soplando) porque la mayor longitud del motor alemán respecto al Seat impide colocarlo como es usual (detrás, aspirando), su buje de gran diámetro (aloja el electromotor), sus seis anchas palas y el canalizador de aire forman una “obstrucción” cuya proyección sobre el radiador cubre más del 50 % de su superficie, reduciendo su aireación y haciendo superfluo el electro cuando se circula deprisa, hasta el punto de que basta quitarlos para que aun haciendo calor y siendo inmisericorde con el acelerador, el problema desaparezca… en carretera, ya que el flujo aerodinámico basta. Pero claro, en tráfico urbano o parado con el motor en marcha, es otro cantar.
Entonces, ¿qué hacer? Pues lo fácil es dar por bueno que el único perjuicio de no hacer nada será que al trabajar más de lo previsto en su diseño, el motor del ventilador durará menos de lo normal; y si eso no le satisface, según el uso carretera/ciudad que haga, es decir, según su necesidad de ventilación forzada, hay tres opciones: la primera, recortar el canalizador para reducir su área todo lo posible; la segunda es, además, cortarle al ventilador dos palas opuestas o tres alternas (para no desequilibrarlo); y la tercera, que ya requiere buscar y adaptar elementos, es sustituir ambos por un electro más plano tras el radiador, o por un ventilador clásico movido por correa. Suya es la elección.