Cajas destempladas
Ante una oferta apabullante, parece que el comprador se mantiene retraído a pesar del empujón primaveral, sobre todo en cuanto a lo que a automóviles de precios altos se refiere.
La llegada de la primavera altera normalmente la sangre de los coleccionistas de coches clásicos, con la consiguiente animación del mercado. Entre mediados de marzo e inicios de mayo hemos contabilizado un sinfín de subastas, tantas que no todas han tenido cabida en nuestro resumen mensual. Hemos seleccionado aquí las seis de mayor relevancia, comenzando por orden cronológico con la que Bonhams celebró el 18 de marzo alrededor del Goodwood Members Meeting anual. El catálogo ofrecía 108 automóviles, y el más caro fue un precioso AC Ace de 1953, rematado en 233.800 €. Lo más llamativo fue la colección de 14 Lancia de todos los tipos y épocas que comprendía desde un ajado Aprilia de 1949 (vendido por sólo 849 €) hasta un Aurelia B24 Convertible de 1956 para terminar de restaurar (181.225 €).
Todos los Lancia encontraron comprador, pero sin embargo otros 31 coches de la lista quedaron sin vender, y curiosamente entre ellos se encontraban todos los lotes más caros y exclusivos que ofrecía Bonhams. Tres Ferrari, dos Jaguar E Type Cabriolet de primera serie, un Lamborghini Diablo o un Jaguar SS100 auténtico son sólo algunos ejemplos de los que quedó sin vender en esta subasta, por lo que podemos calificar su éxito como relativo.
Seguimos en Inglaterra con la casa H&H Auctions, que celebró una subasta de dimensiones mayores a lo acostumbrado en el Imperial War Museum de Duxford el día 21 de marzo. Ofrecía un plantel de 153 vehículos entre los que destacaban una colección completa de automóviles de la
marca Nash u otras relacionadas (Lafayette, Rambler, etc). En la subasta se pudieron ver unidades tan especiales como un Nash Healey Roadster de 1951, vendido en 81.000 libras, o una furgoneta Nash P1 Pick Up de 1946, un prototipo que bajó el martillo en unas razonables 21.375 libras. Con todo, el lote más caro de la subasta fue un «típico» Aston Martin DB6 de 1966 vendido por 235.750 libras.
¿Y sobre lo que no se vendió? Pues tenemos aquí un caso muy similar al anteriormente comentado en la subasta de Bonhams. H&H dejó sin vender hasta 61 vehículos, y entre ellos estaban, de nuevo, las mejores piezas. No encontraron comprador hasta cinco Ferrari —incluyendo un 512 BB— cuatro diferentes Porsche 911, tres Austin-Healey 3000 o un Aston Martin 1,5 Litre de 1935… Casi una debacle, podríamos decir.
Cruzamos ahora el Atlántico para comentar la venta que RM-Sotheby´s celebró en Fort Lauderdale (Florida) entre los días 6 y 7 de abril. Lo primero que llama la atención es que esta era una subasta que tradicionalmente corría a cargo de la empresa Auctions America, pero tras ser esta fagocitada por RM-Sotheby´s hemos visto como la elitista casa angloamericana también es capaz de subastar coches de precios bajos y medios sin rasgarse las vestiduras.
Si el año pasado se subastaron allí 408 vehículos, esta vez fueron 335, pero aun así casi la mitad fueron gangas rematadas entorno a los 10.000 $. Finalmente se adjudicaron un 76% de los lotes ofrecidos, alcanzando una facturación total de 19,1 millones de dólares. A esta abultada cifra ayudaron principalmente los dos coches más caros, sendos MercedesBenz 300 SL, coupé y roadster. El que alcanzó el puesto más alto fue el descapotable de 1962, una unidad conservada casi en estado original y correspondiente a las últimas series —con bloque de aluminio y frenos delanteros de disco—, que bajó el martillo en 1.540.000 $.
Aparte de estos dos coches, ningún otro superó en esta subasta el millón de dólares, pero sí hubo algún que otro resultado sorprendentemente alto para lo que podríamos denominar «nuevos clásicos»: Un Ford GT de 2006 con sólo 10,8 millas en el marcador se vendió en 352.000 $, un muy raro Mercedes-Benz 560 SEC 6.0 AMG de 1986 alcanzó 110.000 $, y un Lamborghini LM002 LM/American de 1990 fue rematado en 368.500 $.
De vuelta a Europa la francesa Artcurial celebraba en París su ya tradicional venta titulada «Automobiles sur les Champs» el día 8 de abril. Con un catálogo amplio y variado formado por 81 vehículos —17 de ellos scooter de las marcas Vespa y Lambretta—, acusó una cierta desaceleración del mercado y sólo fue capaz de vender un 71% de los lotes ofrecidos, con únicamente cuatro de ellos cerrados por encima de los 100.000 euros. El coche de mayor precio fue un bonito Alfa Romeo 6C 2500 SS Spider de 1939, con sus 274.160 €, aunque podría haberse visto fácilmente superado si otros lotes de la subasta como un Ferrari F40 de 1989 (estimado entre 750.000 y 850.000 €), un Bugatti Type 43 de 1928 (500.000-800.000 €) o un Aston Martin DB6 de 1967 (200.000-300.000 €) se hubieran vendido.
Sí lo hicieron algunos coches franceses a precios muy altos, como un Citroën Mehari adjudicado por nada menos que 23.840 € (¡!), y también ha sido interesante ver el resultado de la primera subasta de un Renault Alpine A110 de los recién presentados. Se estimaba entre 60.000 y 80.000 € en catálogo, y finalmente se adjudicó por 73.904 €, un precio que podría calificarse como simplemente razonable, pero sin sorpresa alguna. Con todo, la facturación total de Artcurial ascendió hasta los 2.523.923 €.
De nuevo en los Estados Unidos, entre los días 12 y 15 de abril la americana Barret-Jackson volvió a Palm Beach. Como acostumbra esta casa, las cifras manejadas fueron estrepitosas, con cuatro días completos de subastas, 692 vehículos, un 99% de ventas y una recaudación total de 39,4 millones de dólares, lo cual incluye 702.000 $ en objetos de automobilia y 420.000 $ destinados a obras de caridad. La mayoría de los coches ofrecidos eran de fabricación americana y de las décadas de 1960-1970, muchos de ellos muscle cars o customizaciones en muchas ocasiones de dudoso gusto. 145 de los lotes procedían de la colección de Jeanette Staluppi, todos ellos ofrecidos sin precio de reserva, y hasta 8 de los 10 precios más altos de la subasta (ver tabla) procedían de esta enorme colección.
La sorpresa de la subasta fue sin duda el coche que alcanzó el precio más alto, pues se trató de un moderno Lexus LFA Nürburgring Edition de 2012, uno de los sólo 50 fabricados. Con sus 770.000 $ se ha convertido en el coche japonés más caro jamás subastado por Barret-Jackson, y por supuesto en el primer Lexus en subir a lo más alto de la tabla de resultados.
Para terminar vamos con la subasta que la casa también francesa Osenat celebró en Estrasburgo (Francia), en el marco del Salón Auto-Moto Classic. Se ofrecía un interesante grupo de 61 vehículos de los que solo se vendieron 28. En la tierra natal de los Bugatti no podían faltar ejemplares de esta marca, y nada menos que 10 unidades pasaron por el estrado en esta subasta. Nueve de ellos procedían de la colección de Pierre Feidt, y en su mayoría eran reconstrucciones con piezas de diversa procedencia o unidades recarrozadas. El más barato fue un Brescia Type 23 —reconstrucción sin terminar— con sus 60.000 €, y el más caro un 35B bastante original adjudicado en 522.000€, lo cual también le convertía en el lote más caro de toda la subasta. Quedaron sin vender dos Bugatti de esta colección (un T49 de 1930 y un T35 A reconstrucción), ambos estimados entorno a los 300.000 €, pero también un Bugatti 51 GP Pur Sang Argentina, que se estimaba sobre los 200.000 €. Entre el reguero de lotes sin vender también se incluyeron un Alpine A110 1600 S de 1973 o el único Porsche 914/6 «Murene» prototipo de 1969 que comentamos en recuadro aparte, lo que demuestra que ya no todo se vende tan fácilmente como hace poco tiempo atrás. mc