El Mundo Primera Edición - Motor
CITROËN C5 AIRCROSS Lecciones de ecología para la familia
Llegado a la mitad de su vida comercial, este SUV de 4,5 metros estrena pequeñas mejoras y mantiene sus fortalezas, sobre todo como vehículo familiar. Entre las primeras están una imagen mas refinada, un interior vistoso y razonablemente acabado con una pantalla multimedia mas grande (de 10 pulgadas) o los asientos Advance Comfort con más mullido, aunque algo faltos de sujección lateral. Pero siguen ahí la notable altura libre al suelo (23 cm) por si salimos del asfalto y la gran modularidad de los tres asientos individuales traseros. Son reclinables, abatibles y deslizables hasta 15 cm, lo que permite contar con un gran espacio para las plazas traseras o un maletero de hasta 720 litros en las versiones de combustión y 600 en las híbridas enchufables. Porque se puede pedir como gasolina y diésel, ambos de 130 CV, o PHEV de 180 o 225 CV –el probado– que han estrenado una batería de mayor capacidad. Poniendo un poco de cuidado, con ella haremos 60 km ‘cero emisiones’ y, recargándola en un enchufe, no iremos en semanas a la gasolinera. Si dependemos del motor de gasolina, como en un viaje largo, o forzamos la carga de la pila con aquél, nos iremos fácilmente por encima de los ocho litros.
Del mismo modo, hemos el modelo francés es un prodigio de confort, especialmente por la suspension de topes hidráulicos, pero no el SUV más dinámico. Por último, el precio del modelo que condujimos es alto (45.000 euros sin ayudas del Moves) y solo se vende con el acabado superior, pero eso supone una excelente dotación en confort, mutimedia y asistentes de seguridad, aunque no los más modernos. Y ya hay un C5 Aircross básico de gasolina por poco más de 28.500 euros.