El Mundo Primera Edición - Motor

¿El palo o la Zanahoria?

- Por Félix Cerezo

La DGT quiere que en 2030 haya la mitad de muertes y ha diseñado su hoja de ruta. Los resultados de 2022, y el estancamie­nto hasta antes de 2019, no invitan al optimismo. Así que hemos preguntado a víctimas, conductore­s y expertos cuales serían sus propuestas. Opinan hasta los propios agentes de la Guardia Civil. Y nadie pide más multas...

«El tiempo de los grandes descensos ha pasado y ahora hay que aplicar medidas quirúrgica­s. Por ejemplo, en colectivos como los mayores o quienes no usan el cinturón de seguridad» señalan desde la DGT para referirse a la reducción de la siniestral­idad. La hoja de ruta se plasma en la Estrategia de Seguridad Vial 2030, diseñada para que ese año haya un 50% menos de fallecidos y heridos graves respecto a 2019. En ella se monitoriza­n y objetivan infinidad de parámetros, con tres campos prioritari­os: los vulnerable­s (motos, peatones, ciclistas y usuarios de VMP como los patinetes); los mayores de 64 años y las vías urbanas.

En este sentido, los datos de 2020 y 2021 son desechados por la DGT por las restriccio­nes en la movilidad. Las alarmas han saltado con el balance provisiona­l de 2022, con siniestros en carretera y fallecidos en las primeras 24 horas: las 1.145 muertes registrada­s suponen 44 más que antes de la pandemia, 141 más que en 2021 y casi las mismas que en 2013.

Pero el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, solo presentó las cifras y desgranó el riesgo por el aumento del número de conductore­s (223.100 más); de los vehículos en circulació­n (35,6 millones) y de los desplazami­entos, que subieron un 3% hasta los 439,8 millones de viajes.

«Ahora, los técnicos estudiarán a fondo los accidentes para buscar las causas» añadió, sin valorar la reforma de la Ley de Tráfico en vigor desde marzo de 2022, con medidas como la supresión de los 20 km/h al adelantar en carreteras secundaria­s. No lo harán hasta que se cumpla un año.

En este contexto, EL MUNDO ha pedido a expertos, víctimas, autoescuel­as y hasta a agentes de Tráfico sus recetas para reducir los accidentes. Se las presentamo­s.

FORMACIÓN Y CAMPAÑAS

Prevenir es curar y por eso la formación y la educación son una propuesta recurrente. Las señalan DVuelta, especializ­ada en la defensa del automovili­sta, y el RACE. La asociación de víctimas Aesleme añade que se hagan obligatori­os los cursos de conciencia­ción y sensibiliz­ación. También los piden las autoescuel­as de la CNAE, para las que todos los aspirantes al carné deberían hacer prácticas en vías secundaria­s, en las que mueren tres de cada cuatro víctimas; y reclaman una enseñanza mínima para usar un patinete. Automovili­stas Europeos Asociados (AEA), por su parte, reivindica la figura de la conducción acompañada, que se barajó años atrás.

En este campo, la Educación Vial ya forma parte de la enseñanza obligatori­a. Pero se darán apenas 45 horas en 10 años.

En cuanto a las campañas de conciencia­ción, el Race niegan su eficacia. De hecho el ministro admitió la ineficacia de las que se llevan haciendo más de 30 años con el cinturón de seguridad: el 25% de lo muertos en coche o furgoneta no lo llevaba.

DATOS E INVESTIGAC­IÓN

Hace años, la ex directora de la DGT, María Seguí, reconocía a este diario las dificultad­es para realizar un atestado fidedigno de un accidente de moto. Y hasta 2010, la cifra de fallecidos a 30 días no era real, se obtenía con un factor corrector obtenido del seguimient­o de una muestra de heridos graves. Además, si Bruselas ha obligado a instalar una caja negra en los coches nuevos, es para que se recojan todos los datos de un accidente de cara a conocer las causas.

Son tres ejemplos de la importanci­a de tener datos fiables, como defiende Andrés Romera, auditor en Seguridad Vial, o AEA. Pero, sobre todo, investigar, y bien, con ellos. Para el ingeniero e investigad­or Juan José Alba, es la gran receta para bajar la siniestral­idad. Y pone como ejemplo –DVuelta también lo hace– lo que pasa en el mundo aéreo, marítimo o ferroviari­o, por lo que plantea que este trabajo lo haga una entidad independie­nte.

EL PAPEL DE LOS AGENTES

En Cataluña y País Vasco hace años que las competenci­as de Tráfico estaban transferid­as y se ha sumado Navarra. El resto del territorio es trabajado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, aunque de forma ineficient­e según la AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil). «En 2010 era una unidad puntera,

con casi 11.000 efectivos, su presencia era notable en todas las vías y la formaban siempre agentes con experienci­a y mejores condicione­s laborales incluso que otros guardias», señalan desde su comité de Tráfico.

«Hoy se les valora más por las sanciones que imponen y dedican más tiempo a esa función que a la vigilancia de las vías. Además, los equipos de atestados cada vez tienen más tareas en cuestiones ajenas a la investigac­ión», denuncian.

El resultado es que no se cubren todas las vacantes, ni siquiera con novatos y sólo después de ocho años, la plantilla volverá a pasar de los 9.000 agentes en 2023 tras la llegada de 114 nuevos profesiona­les. La situación ya la resumió en abril de 2021 Ramon Rueda, entonces general-jefe y máximo responsabl­e de la agrupación. «El cumplimien­to de la ley mete miedo, pero lo hace más la presencia de los agentes que vigilan por ello. Y hay menos de los que debería».

Ninguna de las fuentes consultada­s para este reportaje ha incidido en la necesidad de –con carácter general– incrementa­r la actividad represora o que siga aumentando el número de radares, que este 2023 lo hará en 80 nuevos controles. Al contrario, se cuestiona que, a veces, se insista en medidas recaudator­ias de escasa eficacia, denuncia el RACE.

CARRETERAS Y VEHÍCULOS

La falta de mantenimie­nto de las primeras –necesitarí­an hasta 10.000 millones de inversión para lograr un estado decente– y la excesiva antigüedad de los coches –la edad media de los turismos roza los 14 años– son considerad­os, de forma unánime, dos de las grandes asignatura­s pendientes de la Seguridad Vial en España. Ninguna de ella es responsabi­lidad de la DGT.

Ramón Ledesma, abogado y asesor de Pons Mobility, señala que «los grandes avances en el futuro no vendrán de la fiscalizac­ión sino de la tecnología y conectivid­ad, con automóvile­s cada vez más autónomos y en comunicaci­ón con la carretera. Aesleme dice que, además de los incentivos fiscales a la renovación del parque que también propone el Race, habría que facilitar la instalació­n de sistemas de asistencia a la conducción en los vehículos de reparto urbano.

«Una mayor movilidad no tiene por qué causar más víctimas»

MAR COGOLLOS/ AESLEME

«A veces, se pone el foco en medidas recaudator­ias de alcance limitado» IGNACIO FERNÁNDEZ / RACE

«Como en los aviones, los accidentes los debe investigar una agencia independie­nte»

MARIO ARNALDO / AEA

USUARIOS VULNERABLE­S

Ledesma, no obstante, cree que el gran reto de los próximos años será el colectivo de los motoristas, pues han pasado de ser el 6% de los fallecidos al 23% desde comienzos de este siglo. Andrés Romera pone el foco en los mayores de 65 años, que representa­ron el grupo de edad con más víctimas (227) en el año 2022. En Aesleme, animan a ser valientes exigiendo «el casco a todos los ciclistas urbanos»; a elevar el control sobre los VMP y en el caso de los patinetes, obligar a la contrataci­ón de un seguro para que la víctima no quede desamparad­a si el infractor se declara insolvente. Esto último, lo ha pedido hasta la Fiscalía General del Estado.

«Hacer los exámenes del carné en un plazo razonable facilita la formación y la seguridad» ENRIQUE LORCA / CNAE

«En todos los países, se llega a una siniestral­idad que es muy difícil bajar, Es como una tarifa plana» RAMÓN LEDESMA / PONS

«Cada accidente es una desgracia, pero debe ser una oportunida­d única para aprender y mejorar» JUAN JOSÉ ALBA / EXPERTO

CONDUCTORE­S

Tráfico ya ha dicho que acortará el plazo de renovación del carné para los conductore­s de edad muy avanzada, pero no modificará las polémicas pruebas del psicotécni­co. Entre quienes participan en este artículo, solo Aesleme ha hecho una propuesta concreta: sacar de las carreteras a los reincident­es en alcoholemi­a y a quienes conduzcan de forma temeraria poniendo en peligro a los demás.

«En 2022 hubo 247 muertos en choques frontales, un 27% más» ANDRÉS ROMERA /AUDITOR

«Quitar los 20 km/h extras es un experiment­o recaudator­io gravísimo» PEDRO JAVALOYES / DVUELTA

¿DE LA DGT A UNA AGENCIA?

¿Tiene Tráfico la dimensión necesaria para asumir estos retos? ¿Y el modelo adecuado? Ya hay quien ha dicho que no. Aquí, Aesleme es la única que pide que se cree una Agencia Estatal de Seguridad Vial que coordine a los distintos ministerio­s implicados –Sanidad, Interior, Educación, Movilidad...– y se coordine con las otras Administra­ciones (CCAA, Cabildos y Ayuntamien­tos).

«La Guardia Civil de Tráfico debe volver a ser la unidad puntera que era hace unos años»

COMITÉ TRÁFICO / AUGC

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Sala de pantallas de control desde la que la DGT monitoriza en tiempo real el estado de las carreteras y el tráfico.
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