RANGER La versión Raptor o el coche total

Si no es amante del automóvil, o lo considera un medio para ir de A hasta B, no siga leyendo. Porque el nuevo Ford Ranger Raptor es una continua exaltación de los más genuinos sentimientos que puede despertar un coche a la vieja usanza. Casi único en el mercado, también muy exclusivo por los más de 76.000 euros que cuesta, la estampa de este pick up intimida en parado y no digamos si toca verlo por el retrovisor: son más de cinco metros de largo y dos de ancho los que ocupa su carrocería, sostenida por unas enormes ruedas especiales. A los mandos o a bordo de él, con un habitáculo al que resulta bastante fácil ‘escalar’, uno se siente el rey del tráfico y relativamente bien tratado, por cierto. El interior es muy moderno y cuidado, con dos gigantescas pantallas digitales de gran resolucion y repletas de información y funcionalidades. Pero el carrusel de sensaciones se dispara desde que arrancamos el motor, por ahora un gasolina de seis cilindros y 292 CV. Suena a deportivo, no le miento, y mueve con soltura a esta mole que difumina sus más de 2,5 toneladas a base de acelerador. Lógico, hay que estar pendientes de su tamaño en el uso diario y de las inercias cuando aceleramos el ritmo, que puede ser muy alto por el excelente trabajo de las suspensiones casi de competición. Dan lo mejor de sí fuera del asfalto, donde el arsenal de ayudas suma cambio de 10 marchas, reductora, tres bloqueos y hasta siete programas de conducción que le permiten superar casi cualquier obstáculo y desplazarse a velocidades indecentes: como lo puede ser su consumo, que de media debe situar –salvo que se dedique apasearaMissDaisy– en el entorno de los 15 litros.