XEV Un eléctrico que ama la ciudad

Es complejo aventurar cómo serán los coches del futuro y si los habrá en las ciudades. Pero, con su honestidad y limitaciones, no encontramos razones para no hacerle un hueco a modelos como el coqueto Yoyo XEV. Hablamos de un 100% eléctrico que, por su potencia, peso y dimesiones, está encuadrado en la categoría L7e-CU. Es decir, que si se aprobase el permiso B1 en España, podría ser conducido desde los 16 años. Hasta entonces, solo está al alcance de adultos que busquen un vehículo para moverse por la ciudad y alrededores, con las ventajas de un cero emisiones y aprovechando sus 2,5 metros de largo al callejear o aparcar. Ese tamaño lo deja en un biplaza (amplio para dos) con un mini maletero a la espalda, pero el habitáculo está mejor cuidado que en el alternativas parecidas: tiene techo de cristal, elevalunas eléctricos, aire acondicionado y calefacción. La instrumentación se resume en una pantalla de siete pulgadas, no táctil y que se puede conectar al móvil para escuchar música o la radio. Al ser muy ligero, gasta una ridiculez y se anuncia con una autonomía de hasta 150 km. Mejor pensar en 90 reales e intentar que la batería no baje de un tercio, porque las prestaciones caen de forma dramática (y lo hemos sufrido). Para no crearnos angustias, basta con hacer pequeñas recargas diarias. Eso nos permitirá emplearlo siempre en el modo S, que llega a 90 km/h y es más recomendable que el D, muy limitado. Solo recarga a 2 kWh, pero como la pila tiene 10, en un enchufe normal y en unas pocas horas estamos de nuevo a tope. En dinámica o confort no busque milagros; no es un coche al uso, pero cumple. Tampoco tiene un precio descabellado: 11.900 euros descontado el Moves.