Las perlas de los Manolos
Deportes Cuatro culminaba el miércoles con un vídeo de dos tíos agrediéndose
Espero que el miércoles se quedaran hasta el final viendo Deportes Cuatro y tuvieran la sensacional oportunidad de ver a Manolo Lama ya Manu Carreño despidiendo divertidos el programa con algo que ellos bautizaron como ‘El Campeonato del Mundo de Guantazos’. Felices como dos críos con un juguete nuevo, parecía que estuvieran deseando acabar el programa sólo para compartir el vídeo final con los espectadores. La golosina visual no llegaba al minuto de duración. Se veían a dos tipos frente a frente. Primero uno le pegaba un bofetón al otro, que soportaba estoicamente. Luego el otro se lo devolvía y caía de espaldas aturdido. El público eufórico aupaba al ganador. Una delicatesen televisiva, se lo pueden imaginar. Lama y Carreño estaban encantados. Nos retransmitieron la escena entre risas. Lama, siempre preocupado por su audiencia, advirtió: “¡Chavales! Esto no se puede hacer ¡eh!”. Y nos repitieron los bofetones para que apreciáramos el asombroso instante de las bofetadas. Después Lama añadía: “Ahora que voy a subir a la reunión… y ya verás… alguno va a tener una de estas…” Sensacional.
Las tecnologías permiten tener al alcance imágenes de deporte del mundo entero, pero hay que comprender que a los intrépidos y siempre agudos machos alfa de Deportes Cuatro hay instantes que les tientan sobremanera y deben perpetuar su estela. Qué más da que esos dos desconocidos, virtuosos del guantazo, no tengan nada que ver con el deporte. Qué más da que el vídeo sea una antigüedad que hace medio año que corre por internet. Qué más da que no tengan ni idea de cuál es el contexto, ni el lugar, ni las personas que aparecen en ese vídeo. Qué más da si se tienen que inventar el nombre de un campeonato para darle paso. Qué más da que se pasen programas lamentando la violencia en el deporte y los energúmenos que se infiltran en él y luego ellos pongan estos vídeos. ¡Qué más da! Lo importante es que Lama y Carreño disfruten al máximo e internet les siga proporcionando estas joyas de tan elevado valor documental. Gracias, de verdad, por compartirlo