El filial logra subir de categoría
El filial vasco hizo valer el 0-2 de la ida, y alcanzó su retorno, después de 19 temporadas en el infierno de la Segunda B, a la División de Plata del fútbol español. Si en la ida los bilbaínos merecieron sentenciar, en la vuelta, el Cádiz hizo méritos suficientes para haber podido forzar al menos la prórroga. Los jugadores del Cuco Ziganda celebraron sobre el Estadio Carraza el ascenso entre los y aplausos de la modélica parroquia local.
El conjunto amarillo, que introdujo cinco cambios en el equipo que jugó en San Mamés, salió a por todas en busca de sus adversarios y tuvo la recompensa muy pronto. En un saque de banda, Garrido peinó el balón hacia atrás y fue a parar a los pies de un Jona que empalmó al fondo de la red desde el borde del área pequeña.
Tras el gol, el Bilbao Atheltic acusó el golpe, mientras que la escuadra de Claudio Barragán buscó con insistencia el tanto que igualara la eliminatoria, pero solo tuvo, a pesar de su dominio, otra ocasión clara en un disparo de Villar que repelió el larguero.
El filial, que empezó a dar señales de vida a partir de la media hora de juego, tuvo una inmejorable oportunidad en una contra que protagonizó un Sabin Merino, en la última jugada del periodo inicial, que se plantó delante de Aulestia, pero envió fuera por poco.
En la reanudación, el partido se igualó, pero, con el paso de los minutos, el cuadro de la Tacita de Plata, volvió a tener el control. Juan Villar, tras driblar a Remiro vio como Iriondo salvaba el 2-0 cuando el cuero ya entraba. A medida que pasaba el tiempo, el Cádiz buscaba con insistencia el portal enemigo. De nuevo Juan Villar pudo hacer diana, pero su chut topó con el poste derecho. A partir de aquí, el choque se rompió. El Cádiz perdonó en exceso y, al descuidar su defensa, se produjeron dos contragolpes de su rival. En el primero Asier Villalibre mandó el balón a la madera y, en el último suspiro, Salinas se escapó desde la medular y superó a Aulestia para igualar