Sólo ha sido la primera batalla
‘¡Aparta que vengo!’, parecía decir Marc Márquez. ‘Pasa si puedes’, le respondió Valentino. Del amor al odio hay un paso. Y este ha sido franqueado, pese a los rostros sonrientes, algunas declaraciones amables o algún apretón de manos. Existe, aunque no esté escenificado.
El que fuera ídolo y maestro para el de Cervera es ahora rival a batir. El que fuera alumno aventajado y divertido es ahora el enemigo que quiere arrebatarle esa décima corona con la que ‘VR46’ lleva tanto tiempo soñando y que parecía imposible de alcanzar.
Los dos son del género de pilotos que no se echan para atrás. Más pasión quizás por parte de Marc. Mayor astucia, porque la veteranía es un grado, por parte de Valentino. Los dos son ‘jefes’ y no se les pilla en un renuncio.
El último paso por chicane del GP de Assen será de los que figuren en los anales. Marc quiso batir a Valentino de la misma forma que éste ha ganado otras muchas veces, ‘inventando’ un hueco imposible. El de Honda cree que tenía ganada la posición, algo posiblemente cierto con cualquier otro piloto que no fuera Valentino, siempre temible cuando se
juega la victoria a cara o cruz, ya que asume el riesgo como nadie.
Los dos necesitaban la victoria
La victoria en Assen era imprescindible para ambos. Para Máquez porque le permitía recuperar alguna opción de corona. Está ahora a 74 puntos de Valentino, tres victorias, pero podría estar a 64 de haber conquistando Assen.
Para Rossi porque, aparte de dejar claro que el maestro es él, le colocaba en mejor posición en el campeonato no ya frente a Marc sino frente al máximo rival, Jorge Lorenzo, que queda a diez puntos.
Está claro que, hoy por hoy, las Yamaha son superiores y el título está entre Jorge y Valentino, aunque la ‘vieja Honda’ del pasado año en manos de Marc parezca más temible que la actual, por mucho que les pese a los ingenieros japoneses, y pueda aprovechar el menor descuido.
El duelo en Assen corresponde a los que Rainey, Schwantz, Doohan, Gadner o Lawson nos regalaron y aplaudimos hace algunos años, cuando las reglas no eran tan estrictas. Es demasiado difícil poder plasmar en papel las situaciones en carrera sin correr el riesgo de limitar los adelantamiento como en F1.
La decisión de ‘lance de carrera’ puede considerarse salomónica, pero responde perfectamente a lo que sucedió en pista. Los partidarios de Marc quisieran sanción para Valentino. Y los de Rossi piensan que Márquez le sacó de la pista y debería ser sancionado