Suerte que no se puede fichar
Sigue uno expectante a ver qué ofrecen los precandidatos a las elecciones a la presidencia del Barça. A 18 días de las mismas, el panorama es un poco sombrío. La batalla por dirigir a un club que estaba en crisis, al borde del abismo y con un ataque de vértigo hace seis meses, según algunas voces mediáticas que pasan por saberlo todo, ha congregado a siete aspirantes. Parece mentira pero no lo es. Y esa batalla tiene en Josep Maria Bartomeu ,el presidente saliente, a su principal favorito. Después colocado en segundo plano por su grado de expresidente está Joan Laporta, que cuenta principalmente con la simpatía y el apoyo de los que han estado en contra de la acción de responsabilidad civil que la junta de Sandro Rosell planteó sobre la directiva saliente.
Más adelante ya se verá quiénes aportan las firmas necesarias para ir a la lucha del 18 de julio. Pero tanto Agustí Benedito, que asegura haber hecho un trabajo de chinos como es recorrer todas las penyas blaugrana del país, como Jordi Majó son socios que en anteriores elecciones ya han conseguido pasar ese primer trámite. De los restantes el mayor desafío es para Toni Freixa, directivo saliente de la junta de Bartomeu, que presenta un equipo bastante competente, que tiene las ideas claras, pero que tendrá que ganarse las firmas una a una.
En este período preelectoral, Bartomeu no ha querido entrar en ninguna discusión. Espera la proclamación de las candidaturas para dar respuesta a cada uno de ellos. Él es el rival que batir. Presenta un equipo deportivo exitoso, una junta seria, y algunos de sus planes como el Espai Barça han sido aprobados ya en un referéndum por la masa social del club. Económicamente, pese a que haya quien dude de ello y asegura que la Junta Gestora está intentando maquillar las cuentas con el traspaso de Gerard Deulofeu (6 millones de euros), el Barça ha sido proclamado por la revista Forbes el club de fútbol con mayores ingresos en la pasada campaña. O sea que si no sale será porque el socio quiere a otro presidente que puede caerle más simpático, pero no por el trabajo realizado ni por falta de credibilidad ni tampoco por falta de solvencia económica.
Sin embargo, llama la atención que en la última semana las cartas presentadas por la mayoría de los precandidatos muestren fichajes, que a día de hoy no sabemos si es lo que más necesita el Barça. Y menos mal que no se podía fichar por culpa de la sanción de la FIFA. Pero todo es comprensible si atendemos a la razón, que dice que este club necesita muy poco y sólo está obligado a seguir haciendo lo que ha hecho hasta ahora. Pero todos los aspirantes deberían mentalizarse que para el aficionado del Camp Nou hoy en día no hay jugadores más preciados que los que ya tiene. En ningún lugar del mundo hay otro Messi, ni otro Neymar, ni otro Luis Suárez. Nada mejor de lo que ya tenemos