Pluralidad de un gran club

Es temporada de elucubraciones y de fichajes. En el Madrid las especulaciones son sobre los que se van, los que se quieren ir y los ya se han ido. Una temporada en blanco invita a las fugas y al descontrol de las palabras. En el caso del Barça se ventilan los nombres de los que quieren venir, su precio, su plazo y su candidato. Cuando la campaña entre en su apogeo cada presidenciable vendrá con su oferta de fichaje bajo el brazo. ¿Recuerdan la operación Figo de Florentino olade Beckham de Laporta? La primera fue una jugada de póker del presidente Pérez y la segunda, simplemente, no se materializó porque no estaba rematada. Vivimos días de recogida de firmas. Parece que Bartomeu, Laporta y Benedito habrían conseguido las suficientes. Habrá que ver cuántos llegarán a ser candidatos. Cuantos más mejor. Ojalá los siete candidatos pasen el corte de las firmas imprescindibles. Es un síntoma de la pluralidad y transversalidad del club que es más que un club por muchas razones. Por su incuestionable identificación con el sentimiento de una sociedad pero también por su universalidad. Luego vendrán los programas y las promesas. Será muy importante el debate en televisión. No tanto por lo que se diga sino por el talante, el estilo y la contundencia con que cada uno defienda sus posiciones. El Barça acaba una gran temporada con los tres títulos en las vitrinas. Un éxito. Pero los activos más sólidos giran alrededor de Messi y sus dos compañeros del tridente, Neymar y Suárez, que tienen hambre y talento para ganar muchos más títulos. Los goles de estos genios vienen servidos por Rakitic, Iniesta y Busquets .La defensa la dirige Piqué y los porteros tienen la doble fórmula de Bravo y Ter Stegen. Cuantos jugadores quieren venir al Barça saben que no podrán jugar hasta enero de 2016. Y quieren venir porque el equipo está entre los mejores del mundo. El futuro está en manos de los 109.637 socios que dotarán al Barça de la Junta más idónea