Euforia desatada
Los jugadores del Barça soltaron la adrenalina contenida tras el 2-3, dándole la vuelta a un partido que se había torcido. Leo Messi esta vez no regaló el penalti y decidió ser él quien asumía la responsabilidad de lanzar. El crack no falló ante el ‘parapenaltis’ Diego Alves y dio el triunfo al Barça