TRES PUNTOS DE CHILENA
Una brillante acción de Rafinha al inicio del segundo tiempo tumba a un Granada que no creó peligro pero se defendió bien Partido gris del Barça y del tridente, con un centro del campo sin Sergio Busquets reservado para Manchester
El Barça se está especializando en enfrentarse a equipos con entrenador nuevo. Sucede que después de rachas catastróficas estos equipos están en camino de rehabilitarse. Pasó ante el Valencia, que casi gana a los azulgrana en Mestalla, y volvió a ocurrir anoche. El Granada se había llevado siete goles hace quince días en el Calderón, pero en el Camp Nou fue capaz de levantar una muralla ante su defensa en la que el dominio barcelonista se estrelló una y otra vez a lo largo de noventa minutos. El colista apenas concedió ocasiones en el Camp Nou. Tampoco las creó, pero fue un rival pedregoso para el campeón de Liga. Un gol de Rafinha de chilena recién iniciado el segundo tiempo resolvió, pero no sirvió para que los minutos que faltaban fuesen más agradecidos que los anteriores.
Que el Camp Nou fue testigo de un partido incómodo, arisco para el equipo de Luis Enrique lo demuestra el hecho de que hasta los veintisiete minutos no había sido capaz de rematar entre los tres palos. Lo hizo Umtiti, de cabeza, a la salida de un córner. Mucho dominio y pases entre líneas en busca de encontrar un hueco en el 5-4-1 con el que Lucas Alcaraz despejó la duda que la víspera había expresado Luis Enrique sobre la estrategia del Granada, pero poca efectividad. Y nada de un rival que dejase huecos: la presión, en su campo y con las líneas bien juntas para encerrar a Messi y no dejar margen para la creación a un centro del campo formado por Denis, Rakitic –mediocentro de entrada, después veremos que no– y Rafinha.
Sólo una vez pudo romper el Barça ese posicionamiento granadino, en un pase en profundidad hacia Luis Suárez, que se quedó solo y se entretuvo lo suficiente para que reaccionasen Lombán y Vezo y deshiciesen el entuerto. El propio goleador uruguayo probó con un chut lejano a la media vuelta que rechazó el meta Ochoa. Ni rastro del meta más goleado de Primera. Y ya nada más hasta el descanso.
Un gol esperanzador
El espectacular tanto de Rafinha lo ponía todo de cara. El centrocampista azulgrana remató a gol de chilena un rechace de la defensa sobre la línea tras una larga jugada en la primera llegada del Barça en la segunda parte. Combinación Messi-Suárez entre líenas con pase a Rafinha, que dejó pasar para Neymar, cuyo remate se estrelló en el palo. Vezo despejó sobre la línea tras el poste y Rafinha cazó el balón de chilena para poner el 1-0.
Luis Enrique cambió el dibujo en la segunda parte, con Rakitic de improvisado central zurdo en una defensa de tres centrales, con Umtiti por el centro y Mascherano por la derecha. Delante de esta línea, Denis y Rafinha prácticamente como doble pivote, con los carriles para Sergi Roberto y Digne. Y en ataque, el tridente, con Messi con tendencia a irse al centro, entre líneas, con libertad, dejando más en punta a sus dos compadres. Otra reinvención del Barça en busca de soluciones a partidos que se atraviesan, como el de anoche.
Más dominio estéril
Gol aparte, la solución no puede decirse que fuese la panacea para el conjunto azulgrana, que siguió dominando pero sin encontrarse cómodo ante un Granada que, como curiosidad más chocante, tenía a Isaac Cuenca como lateral derecho en su 5-4-1. Cosas de entrenadores.
A pesar de los cambios que introdujo Alcaraz, el Granada no tuvo ni una oportunidad para empatar. El tridente azulgrana sí tuvo sus ocasiones ante Ochoa. Messi, en dos faltas directas y un chut alto; Neymar, que fue quien más movilidad puso a su juego y quien más buscó el desequilibrio, en una jugada con rechace final del meta; y Suárez la tuvo en su última acción antes de dar paso en el tramo final a Paco Alcácer, para que siga acumulando minutos. Pero ninguno de los cuatro delanteros del Barça pudo batir a Ochoa en el día en el que Suárez había ofrecido la Bota de Oro a la afición. Tal vez tengan los goles a buen recaudo para liberarlos en Manchester