El Leicester, a un punto de octavos tras empatar
Pese a que está lejos de ser hoy aquel equipo que maravilló al mundo ganando su primera Premier en mayo, el Leicester de Claudio Ranieri se encuentra a un punto de los octavos de la Champions tras empatar ayer (0-0) en su visita al Copenhague en el grupo G, que lideran los ingleses. Ya en tiempo de descuento, Kasper Schmeichel, portero del Leicester, salvó a los suyos al frustrar sobre la misma línea un remate de cabeza de Cornelius, seguido de un disparo de Federico Santander. Schmeichel mantuvo su meta a cero por cuarto encuentro de Champions seguido. Se puso 2º el Porto tras su victoria (1-0) ante el Brujas.
El Leicester no tuvo ante el Copenhague ni un ápice del acierto y la eficacia que le llevaron a proclamarse campeón de Inglaterra. Sólo la falta de puntería del equipo danés, la actuación de Christian Fuchs y la parada casi al final de Schmeichel impidieron la derrota del conjunto de Ranieri.
El Copenhague tuvo las mejores ocasiones, pero fue tan incapaz de transformarlas como el Leicester de aprovechar su propia mejoría en buena parte de la segunda mitad, cuando Riyad Mahrez se echó el equipo a la espalda.
El Leicester hizo una floja primera parte, no sólo de cara a construir sino también porque cometió errores de consideración en defensa y en general a la hora de controlar el esférico. Si en ataque casi no existió, en tareas defensivas pasó apuros, pero el Copenhague no tuvo acierto.
El panorama cambió en la segunda parte, cuando Mahrez comenzó a ejercer de motor y Jamie Vardy se mostró más activo, con Drinkwater más entonado en la media. La mejor ocasión, el disparo de Jeffrey Schlupp a las manos del meta Olsen. La entusiasta afición del Copenhague estaba destinada a no ver ni un gol. Schmeichel lo certificó con su paradón. El Leicester es 11º en Premier pero está a un paso de octavos de Champions. El sueño sigue.
André Silva decide
Un gol de André Silva de cabeza a la salida de un córner permitió al Porto de Iker Casillas vencer, ascender al segundo puesto y asegurarse al menos la presencia en la Europa League. Los portugueses supieron resistir cuando atacó el Brujas, como cuando Wesley obligó a Casillas a tirarse para sacar el balón