Torneos anticuados
LA UEFA HA APROBADO UN CAMBIO
de la fórmula de competición en la Champions para el 2018 en busca de mejorar el atractivo del torneo. A pesar de las quejas de determinadas federaciones por considerar que se beneficia a las principales asociaciones, lo cierto es que no había otra salida. Eso o los grandes creaban una Superliga Europea.
IGUAL SUCEDE CON LAS
selecciones. Michel Platini trató de cambiar el sistema de clasificación del Euro y no le dejaron. Ahora, parece que va a tener más suerte Gianni Infantino con el Mundial de 2026, que ampliará a 48 equipos, aunque en realidad, hará una criba inicial en que pueden caer numerosos equipos menos interesantes, a la vez que se dará mucha más emoción a la fase final de la clasificación. Buscan más espectáculo.
LO QUE ES INFUMABLE ES LA ACTUAL
fórmula de las fases previas en que hay partidos sin ningún tipo de atractivo por más que hagan sonar himnos y ondear banderas en un patriotismo rancio que ya no se lleva. No es cuestión de si los equipos pequeños dan la campanada o no. Es mucho más directo. Peligra el negocio. Las televisiones no ven atractivo en esta clase de duelos tan desequilibrados y los pequeños (tras centralizarse los derechos por parte de UEFA) tampoco esperan sacar el ‘gordo’ en un emparejamiento con una gran selección como sucedía antes.
TODO ELLO, SIN RECORDAR QUE ESTOS
partidos de selección rompen el calendario de competición de clubs. Que son los equipos quienes sufren al ver a sus estrellas disputar encuentros aunque sus cracks estén ‘tocados’ o salgan de una lesión. Que esos futbolistas deban viajar miles de kilómetros con el consiguiente desgaste. Son ellos las víctimas que pagan a sus astros para que sus selecciones los disfruten. El fútbol actual, más globalizado, es claramente de clubs. Los torneos de selecciones han quedado anticuados. O cambian, o adiós